Catégorie : Sahara Occidental

  • EFE : Polisario recibe con cautela el consejo de la Abogada general del TJUE

    Etiquetas : Polisario, abogada general, TJUE, Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Tamara Capeta, Marruecos, pesca, acuerdo agrícola, potencia administradora,

    Argel, 21 mar (EFE).- El Frente Polisario recibió con cautela la posición de la Abogada General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que este jueves recomendó anular el acuerdo pesquero firmado en 2019 entre la UE y Marruecos al no tratar al territorio del Sáhara Occidental y las aguas adyacentes como “separados y distintos” de Marruecos.

    “Es necesaria cierta cautela, ya que se trata de las conclusiones de la Abogada General, no de las sentencias del Tribunal. Para ello, habrá que esperar unos meses. Sin embargo, en esta batalla jurídica que comenzó hace diez años, se han hecho grandes progresos”, declaró el Polisario en un comunicado, en el que se felicitó de “una jurisprudencia favorable al pueblo saharaui, que se confirma paso a paso”.

    Esta opinión, señaló, no discute la admisibilidad de las acciones judiciales del pueblo saharaui, por lo que consideró que la Abogada General “retoma” sus argumentos sobre el derecho a la autodeterminación y el derecho a la soberanía permanente sobre los recursos naturales, consagrado por el Tribunal en su “histórica” sentencia de 2016.

    La croata Tamara Capeta propuso hoy en sus conclusiones- no vinculantes- desestimar el recurso del Consejo Europeo y de la Comisión Europea contra la sentencia de 2021 del TJUE, órgano judicial de primera instancia, de anular el acuerdo de colaboración pesquera sostenible y el protocolo para su implementación.

    Aunque el pueblo del Sáhara Occidental “no tiene un representante oficial o reconocido que pueda presentar recurso de apelación en su nombre”, afirmó Capeta, debe considerarse que el Frente Polisario “expresa los intereses y deseos de una parte (al menos)” del pueblo saharaui.

    Por otro lado, la letrada reiteró que los productos agrícolas de este territorio incluyan en su etiquetado una referencia al “país de origen” que refleje su procedencia y no de Marruecos. “Transponiendo la jurisprudencia del Tribunal sobre los productos procedentes de los asentamientos de la Palestina ocupada al caso del Sahara Occidental, esta solución ilustra la cercanía entre la causa del pueblo saharaui y la del pueblo palestino”, insistió el Polisario.

    Sobre la ampliación de las preferencias arancelarias, la jurista recomendó que el asunto sea devuelto al Tribunal aunque el Polisario lamentó “la desafortunada referencia al concepto de “potencia administradora de facto”, que el Tribunal rechazó en 2018″. “La potencia ocupante marroquí no tiene derecho a expresar opinión alguna al respecto. Contrariamente a anteriores sentencias del Tribunal, esta referencia es una aberración jurídica”, concluyó el Polisario.EFE

    Fuente : Swissinfo, 21/03/2024

    #SaharaOccidental #Marrucos #TribunalGeneral #TJUE #Aranceles #Etiquetado #Pesca #UE #Polisario

  • Cómo Marruecos se apoya en Israel para colonizar el Sáhara Occidental

    Etiquetas : Marruecos, Israel, Sahara Occidental, drones, cooperación militar, tecnología militar,

    Para muchos, la cooperación militar entre Marruecos e Israel comenzó con la normalización en 2020, pero los expertos saben que ambos países han brindado valiosos servicios en este sentido durante décadas.

    Israel ha ayudado considerablemente al reino a colonizar el Sáhara Occidental, según nuevas revelaciones.

    En una investigación titulada « Cómo Israel exporta su experiencia colonial a Marruecos », el periódico francés L’Humanité pudo recopilar testimonios sobre hechos concretos del papel del Estado hebreo en el control marroquí sobre gran parte de la antigua colonia española.

    Citado por el mismo periódico, el diputado israelí Ofer Cassif, expulsado de la Knesset por su oposición a la guerra en Gaza, encontró las palabras adecuadas para describir la alianza marroquí-israelí: « Un apretón de manos criminal entre dos opresores ».

    En el congreso de la Internacional Socialista en 1999 en París, Ehud Barak, entonces primer ministro de Israel, le dijo al representante del Frente Polisario, también invitado: « Estuve en tu territorio a principios de los años 1980 ».

    Lo que Barak hizo en el Sáhara Occidental cuando era general del ejército israelí (más tarde se convertiría en jefe del Estado Mayor), lo revela Gaïci Nah, jefe de la Oficina de Coordinación Saharaui de Acción contra las Minas (Smaco), al periódico de izquierda.

    « Sirvió en las zonas ocupadas, probablemente en Smara, como asesor militar en el momento en que se construía el muro de arena », dice.

    El muro, que se extiende 2.700 kilómetros de norte a sur, separa la parte liberada de los territorios ocupados por Marruecos, que representan el 80% del Sáhara Occidental.

    Alrededor de él, se han dispersado más de 10 millones de minas antipersonales y antitanque.

    La idea misma de construir este muro está inspirada en una construcción israelí similar. Según Gaïci Nah, se trata de la línea Bar-Lev erigida a lo largo del canal de Suez después de la Guerra de los Seis Días en 1967.

    « Exportaron esta idea que Marruecos concretizó bajo el paraguas político francés, con el apoyo de Washington », sostiene el activista saharaui.

    Marruecos – Israel: pequeños servicios entre colonizadores

    La historia de la cooperación militar y de seguridad entre Marruecos e Israel se remonta incluso mucho más atrás que los años 1980 y la cuestión del Sáhara Occidental, como lo demuestra esta confesión de un exjefe del servicio de inteligencia militar israelí.

    En 2016, Shlomo Gazit admitió que en septiembre de 1965, el rey Hassan II aprovechó la celebración de una cumbre árabe en Casablanca para registrar las discusiones de los líderes participantes, sin su conocimiento.

    Las cintas serían entregadas posteriormente a los israelíes, quienes obtuvieron una valiosa ventaja durante la Guerra de los Seis Días que estallaría poco después.

    Esta traición fue confirmada con más detalles por varios funcionarios de inteligencia israelíes de la época.

    Los líderes marroquíes pusieron a disposición de los israelíes todo un piso del hotel donde se celebraba la cumbre, según el antiguo espía israelí Rafi Eitan, según L’Humanité.

    La operación fue calificada por Meir Amit, jefe del Mossad en ese momento, como « una de las mayores victorias de la inteligencia israelí ».

    Dado que la cuestión del Sáhara Occidental aún no se planteaba, la contrapartida para Marruecos fue la ayuda de los servicios secretos israelíes en el asesinato, en octubre de 1965 en París, del opositor Mehdi ben Barka.

    Por supuesto, después de la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, la cooperación militar y de seguridad entre los dos países se asume abiertamente.

    « Israel ahora exporta abiertamente su experiencia colonial para ayudar al reino a mantener y consolidar su control sobre el Sáhara Occidental », escribe L’Humanité.

    Cita al asesor político cercano a Benjamín Netanyahu, Edy Cohen, quien confirmó el verano pasado la instalación de « fábricas de drones » en Marruecos, « la transferencia de 600 misiles balísticos » y « la instalación de sistemas de vigilancia térmica en toda la frontera con Tinduf y Béchar para evitar infiltraciones de ratas (sic) por la noche ».

    La similitud con la retórica del actual ministro de Defensa, Yoav Galant, quien calificó a los palestinos de « animales », es llamativa.

    Desde la ruptura del alto el fuego en 2021, los marroquíes cuentan con « el arsenal y las tecnologías que Tel Aviv les ofrece, con los expertos militares israelíes que los respaldan y con la información proporcionada por los satélites de reconocimiento », indica el coronel Habouha Breika, quien señala que « ambas partes comparten los mismos objetivos expansionistas ».

    Todos los modelos de drones israelíes (Hermès 900, Hermès 450, Harop, Héron, SpyX, WanderB, ThunderB) ahora surcan incluso los territorios liberados, causando docenas de víctimas entre los nómadas saharauis e incluso matando su ganado.

    También se dirigen contra civiles argelinos y mauritanos. Al menos 86 civiles han sido asesinados por estos drones desde 2021, en lo que parece ser una « política de limpieza étnica », según Abdeslam Omar Lahsen, presidente de la Asociación de Familias de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), citado por el mismo periódico.

    Fuente : TSA-Algérie, 20/03/2024

    #Marruecos #Israel #SaharaOccidental #Drones #colonización #Argelia

  • Conclusiones de la Abogada General del TJUE sobre el etiquetado de los tomates y melones del Sahara Occidental

    Etiquetas: Abogada General, TJUE, etiquetado, melones, tomates, Sáhara Occidental, Marruecos, Unión Europea,

    En 2016, el TJUE ya concluyó que el acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos firmado en el año 2000 no se podía aplicar al Sáhara Occidental, y fue a raíz de aquella decisión por lo que se firmó en 2019 “un acuerdo por el que se extiende expresamente el trato arancelario preferencial permitido por el Acuerdo de Asociación también a los productos originarios del territorio del Sáhara Occidental”. Es este segundo acuerdo, un parche para que el marco siguiera cubriendo dicho territorio, el que el Frente Polisario solicitó anular en abril de 2019, algo que finalmente hizo el Tribunal General.

    En 2021 la Comisión Europea y Marruecos presentaron un recurso a dicha decisión. El Tribunal General pidió que se suspendiera el acuerdo acuerdo de asociación y su vinculación con el Sáhara Occidental. La abogada general del TJUE pide que se anule esta decisión.

    Aquí está el texto completo de estas conclusiones:

    Conclusiones de la Abogada General en el asunto C-399/22 | Confederación Campesina (Melones y tomates del Sáhara Occidental)

    Abogada General Ćapeta: los melones y tomates del territorio del Sáhara Occidental deben incluir en su etiquetado una mención del “país de origen” que refleje su procedencia de este territorio.

    Estos productos no pueden indicar a Marruecos como « país de origen ».

    La Confédération paysanne, sindicato de agricultores franceses, ha pedido a la administración francesa que prohíba la importación de melones y tomates originarios del territorio del Sáhara Occidental debido a su etiquetado engañoso, en su ojos, en el sentido de que indica que son originarios de Marruecos.

    Asimilar el silencio de la administración a una decisión implícita de rechazo, la Confédération paysanne remitió el asunto al Consejo de Estado francés, que dirigió varias cuestiones al Tribunal de Justicia sobre la interpretación de los reglamentos de la Unión.

    En sus conclusiones, la Abogado General Tamara Ćapeta explica, en primer lugar, que la Unión Europea y la comunidad internacional consideran que el territorio del Sáhara Occidental goza de un estatuto separado y distinto del de Marruecos.

    Por lo tanto, al igual que el Código aduanero de la Unión, las normas de la Unión sobre el etiquetado de los productos alimenticios exigen que se indique el territorio del Sáhara Occidental como país de origen de los melones y tomates cultivados y cosechados en esta zona.

    La ausencia de esta indicación entraría en conflicto con la posición mostrada por la Unión en el territorio del Sáhara Occidental y desconocería la obligación de incluir información « correcta, neutral y objetiva » en el etiquetado de los productos alimenticios, así como la decisión del legislador del Unión exigirá un origen único a efectos de etiquetado. De ello se deduce que la mención del país de origen de los melones y los tomates no debe designar ningún territorio distinto del del Sáhara Occidental. Por tanto, el etiquetado de estos productos que indica que son originarios de Marruecos y no del Sáhara Occidental infringe el Derecho de la Unión.

    Según el Abogado General, la falta de mención del territorio del Sáhara Occidental como país de origen de los melones y los tomates corre el riesgo de inducir a error a los consumidores de la Unión en sus decisiones de compra. Este riesgo se debe a que la normativa de la Unión sobre el etiquetado de los productos alimenticios tiene como objetivo específico evitar que el etiquetado dé la impresión de que un producto alimenticio procede de un lugar distinto de su verdadero lugar de origen.

    En otra pregunta planteada por el Consejo de Estado, el Abogado General concluye que las normas de la Unión no permiten a las autoridades francesas prohibir unilateralmente las importaciones basándose únicamente en que los melones y los tomates originarios del territorio del Sáhara Occidental no presentan etiquetado indicando correctamente el país de origen.

    El comercio de mercancías forma parte de la política comercial común, que es competencia exclusiva de la Unión y debe regirse por principios uniformes. De ello se deduce que sólo la Unión puede adoptar prohibiciones de importación a menos que los Estados miembros estén específicamente autorizados a hacerlo. No existe tal autorización para melones y tomates mal etiquetados.

    RECORDATORIO: Las conclusiones del Abogado General no vinculan al Tribunal de Justicia. La misión de los Abogados Generales es proponer al Tribunal de Justicia, con total independencia, una solución jurídica en el caso del que son responsables. Los jueces de la Corte comienzan ahora a deliberar sobre este caso. La sentencia se dictará en una fecha posterior.

    RECORDATORIO: La cuestión prejudicial permite a los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros, en el contexto de un litigio de que conocen, interrogar al Tribunal de Justicia sobre la interpretación del Derecho de la Unión o sobre la validez de un acto de la Unión. El Tribunal no tiene un problema similar.

    Documento no oficial para uso mediático, que no vincula al Tribunal de Justicia.

    El texto completo de las conclusiones se publica en el sitio web de CURIA el día de la lectura.

    Contacto de prensa: Amanda Nouvel ✆ (+352) 4303 2524.

    Imágenes de la lectura de las conclusiones están disponibles en “Europa por Satélite” ✆ (+32) 2 2964106.

    #Sahara Occidental #Marruecos #UE #Melones #Tomates #etiquetado

  • Conclusiones de la Abogada General del TJUE sobre los acuerdos UE-Marruecos

    Etiquetas : conclusiones abogada general del TJUE, Sahara Occidental, Marruecos, Tribunal de Justicia de la Unión Europea, acuerdo agrícola, acuerdo de pesca, Tamara Cápeta,

    Conclusiones de la Abogada General en los asuntos acumulados C-779/21 P | Comisión/Frente Polisario y C-799/21 P | Consejo/Frente Polisario

    Según la Abogada General Ćapeta, fue un error por parte del Tribunal anular la decisión que aprobaba, en nombre de la Unión Europea, un acuerdo de tratamiento arancelario preferencial con Marruecos en relación con el territorio del Sáhara Occidental.

    A pesar de las conclusiones del Tribunal, esta decisión no contravenía la sentencia del Tribunal de Justicia en el asunto C-104/16 P, Consejo/Frente Polisario.

    El Sáhara Occidental es un territorio ubicado en el noroeste de África, limitando con Marruecos al norte, Argelia al noreste, Mauritania al este y al sur, y bordeado por el Atlántico al oeste.

    En su sentencia C-104/16 P, Consejo/Frente Polisario, el Tribunal de Justicia consideró que el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Marruecos, firmado en 2000, no se aplicaba al territorio del Sáhara Occidental. Para permitir un tratamiento arancelario preferencial a los productos importados de este territorio en la Unión Europea, la Unión Europea y Marruecos firmaron en 2019 un acuerdo que extendía expresamente el tratamiento arancelario preferencial permitido por el acuerdo de asociación a los productos originarios del Sáhara Occidental. Este acuerdo fue aprobado por el Consejo en nombre de la Unión Europea (en adelante, la « decisión del Consejo »).

    En abril de 2019, el Frente Polisario, un movimiento que apoya el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, solicitó la anulación de la decisión del Consejo ante el Tribunal. En su demanda, el Frente Polisario afirma representar al pueblo del Sáhara Occidental. Considera que el Consejo no respetó el derecho a la autodeterminación de este pueblo y el principio del efecto relativo de los tratados. En su sentencia, el Tribunal anuló la decisión del Consejo.

    En 2021, tanto la Comisión como el Consejo interpusieron sendos recursos de casación ante el Tribunal de Justicia.

    En sus conclusiones, la Abogada General Tamara Ćapeta propone admitir estos recursos y anular la sentencia del Tribunal.

    La Abogada General explica primero que el pueblo del Sáhara Occidental no tiene ningún representante oficial o reconocido que pueda presentar una demanda en su nombre. Sin embargo, el Frente Polisario lucha por una de las tres posibles soluciones para el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental: la creación de un Estado independiente. Por lo tanto, el Frente Polisario debe considerarse como expresando los intereses y deseos de una parte (al menos) del pueblo del Sáhara Occidental.

    En cuanto al fondo del asunto, la Abogada General concluye que el acuerdo de tratamiento arancelario preferencial considera al territorio del Sáhara Occidental como separado y distinto de Marruecos, conforme a los requisitos derivados de la sentencia C-104/16 P.

    Sin embargo, considera que el Tribunal no interpretó correctamente la sentencia del Tribunal de Justicia en el asunto C-104/16 P. Esta sentencia no exigía al Consejo obtener directamente el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental en el momento de concluir un acuerdo con Marruecos respecto al territorio del Sáhara Occidental. Dada la organización que tiene en la actualidad, este pueblo no puede expresar por sí solo el consentimiento para la celebración de un acuerdo internacional sobre su territorio.

    En el derecho internacional público, una potencia administradora puede, sin embargo, en ciertas circunstancias, celebrar un acuerdo internacional en nombre de un territorio no autónomo como el del Sáhara Occidental.

    La Unión Europea considera a Marruecos como la potencia administradora del territorio del Sáhara Occidental. Por lo tanto, la Unión Europea no ha desconocido el principio del efecto relativo de los tratados, tal como lo interpreta el Tribunal de Justicia en la sentencia C-104/16 P, al aceptar que Marruecos pueda consentir en este acuerdo en nombre del pueblo del Sáhara Occidental.

    Sin embargo, la Abogada General considera que otras obligaciones derivadas del derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental podrían ser pertinentes en el contexto de la celebración de un acuerdo con Marruecos en nombre del territorio del Sáhara Occidental. Estas cuestiones fueron planteadas ante el Tribunal, pero éste no se pronunció al respecto. Por ello, la Abogada General propone remitir el asunto al Tribunal para que se pronuncie sobre los aspectos que no examinó.

    RECORDATORIO: Las conclusiones del Abogado General no vinculan al Tribunal de Justicia. La misión de los Abogados Generales consiste en proponer al Tribunal, con plena independencia, una solución jurídica en el asunto que tienen encomendado. Los jueces del Tribunal comienzan ahora a deliberar en este asunto. La sentencia se dictará en una fecha posterior.

    RECORDATORIO: El Tribunal de Justicia puede ser apelado, limitado a cuestiones de derecho, contra una sentencia o un auto del Tribunal General. En principio, la apelación no tiene efecto suspensivo. Si es admisible y está fundada, el Tribunal de Justicia anula la decisión del Tribunal General. En caso de que el asunto esté en condiciones de ser juzgado, el Tribunal de Justicia puede resolver definitivamente el litigio. En caso contrario, remite el asunto al Tribunal General, que queda vinculado por la decisión dictada por el Tribunal de Justicia en el marco de la apelación.

    Documento no oficial para uso de los medios de comunicación, que no compromete al Tribunal de Justicia.

    El texto completo de las conclusiones se publica en el sitio CURIA el día de la lectura.

    Contacto de prensa: Amanda Nouvel ✆(+352) 4303 2524.

    Imágenes de la lectura de las conclusiones disponibles en « Europe by Satellite » ✆(+32) 2 2964106.

    Notas:

    1. Sentencia del 21 de diciembre de 2016, Consejo/Frente Polisario, C-104/16 P (véase también el comunicado de prensa n.º 146/16).
    2. Acuerdo euro-mediterráneo de asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino de Marruecos, por otra.
    3. Acuerdo en forma de intercambio de cartas entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos sobre la modificación de los protocolos n.º 1 y n.º 4 del acuerdo euro-mediterráneo de asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino de Marruecos, por otra.
    4. Decisión (UE) 2019/217 del Consejo, de 28 de enero de 2019, relativa a la conclusión del acuerdo en forma de intercambio de cartas entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos sobre la modificación de los protocolos n.º 1 y n.º 4 del acuerdo euro-mediterráneo de asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino de Marruecos, por otra.
    5. Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro.
    6. Sentencia del 29 de septiembre de 2021, Frente Polisario/Consejo, T-279/19 (véase también el comunicado de prensa n.º 166/21).
    7. Estos recursos están relacionados con los recursos en los asuntos acumulados Comisión y Consejo/Frente Polisario, C-778/21 P y C-798/21 P (véase también el comunicado de prensa n.º 53/24).

    #SaharaOccidental #Marruecos #AbogadaGeneral #TJUE #acuerdoagrícola #Pesca #TamaraCapeta

  • Sáhara Occidental: 80 años de complicidad francesa con Marruecos

    Etiquetas : Sahara Occidental, Francia, complicidad, Marruecos, Frente Polisario, Operación Lamantin, Giscard D’Estaing, François Mittérand, PS, referéndum de autodeterminación, Mauritania,

    Quentin Müller

    Socio económico estratégico de Francia, Marruecos intenta de alguna manera oficializar su control sobre el Sáhara Occidental. Este inmenso territorio al sur de sus fronteras, del tamaño de la mitad del hexágono, es rico en pescado, arena y fosfato, que muchos países explotan a pesar del derecho internacional. Para lograrlo, Rabat puede jactarse de la complicidad de Francia, donde tanto en la derecha como en la izquierda, la complacencia con Marruecos está presente.

    Al visitar Marruecos a fines de febrero, el Ministro de Asuntos Exteriores Stéphane Séjourné buscaba mejorar las relaciones franco-marroquíes dañadas por la disputa diplomática posterior al terremoto. En septiembre pasado, Rabat rechazó la ayuda estatal francesa (así como la de otras naciones), mostrando preferencia por países que habían mostrado más disposición para reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. La prensa marroquí luego arremetió violentamente contra Emmanuel Macron, llegando incluso a especular sobre su supuesta sexualidad.

    La presión ejercida sobre el gobierno francés, sin ningún elemento desencadenante particular, tenía como objetivo recordar a París la impaciencia de Rabat por obtener un reconocimiento unilateral del Sáhara Occidental como territorio marroquí. Estados Unidos bajo Donald Trump e Israel habían dado el paso, respectivamente en 2020 y 2023. Sin embargo, Francia nunca ha tenido una posición equilibrada y neutral en este conflicto territorial que tiene cinco décadas de antigüedad.

    Francia de Giscard apoya la invasión marroquí del Sáhara Occidental

    Colonizado a finales del siglo XIX por España, el Sáhara Occidental fue durante mucho tiempo solo un puesto colonial cuya costa atlántica estratégica podía asegurar las Islas Canarias. El desarrollo era prácticamente inexistente. Los graduados saharauis de educación superior se contaban con los dedos de una mano. Madrid, sin embargo, desarrolló la industria pesquera y del fosfato, riquezas de este espacio habitado principalmente por tribus nómadas, que vivían de sus rebaños y se desplazaban según los ciclos de lluvia.

    Como en cada territorio colonizado, el ocupante no era aceptado por todas las tribus saharauis y estallaron conflictos entre 1957 y 1958. El gobierno de Félix Gaillard lanzó entonces la operación « Écouvillon ». Se desplegaron 5000 hombres y 70 aviones de combate. Las tribus saharauis fueron apoyadas por… Marruecos, que acababa de obtener su independencia. El Frente de Liberación Nacional del Sur (FLNS) quería acelerar la salida de España del Sáhara Occidental. En 1973, esta resistencia saharaui contra el ocupante español tomó el nombre de Frente Polisario (FP).

    En 1975, cuando España franquista se retiró del Sáhara Occidental, Mauritania y Marruecos se repartieron el territorio de común acuerdo sin consultar al pueblo autóctono. Madrid negoció a cambio el mantenimiento de intereses económicos en la zona. El acuerdo incluía, entre otras cosas, un acceso exclusivo a la pesca desde la costa saharaui o la conservación del 35% de las acciones españolas en la empresa de explotación de fosfato Phosboucraa.

    París observó entonces este reparto del Sáhara Occidental sin intervenir, incluso apoyando la invasión militar marroquí en el norte. La aviación marroquí bombardeó al Polisario y a los civiles saharauis en fuga, utilizando napalm y fósforo blanco. El cálculo del presidente francés Giscard d’Estaing fue entonces estratégico: un Sáhara Occidental bajo control marroquí sería más fácilmente explotable por empresas francesas que un Sáhara Occidental independiente orientado hacia una Argelia socialista que se había convertido en líder de los países no alineados.

    Operación « Lamantin » y Danielle Mitterrand

    Pero Francia también se preocupaba por sus intereses económicos en Mauritania. Comprometida en la invasión del sur del Sáhara Occidental, el ejército mauritano enfrentaba grandes dificultades ante el Frente Polisario, que no dudaba en atacar su ciudad minera de Zerouate, ubicada cerca de la frontera. Rica en hierro, las minas también eran explotadas por colaboradores franceses, dos de los cuales murieron en mayo de 1977 durante un ataque del Frente Polisario que también hizo ocho prisioneros en varias ofensivas.

    Vehículo saharaui destruido por los Jaguar franceses durante la Operación Lamantin
    Vehículo saharaui destruido por los Jaguar franceses durante la Operación Lamantin

    Entonces, Francia reaccionó con la « operación Lamantin » para apoyar al ejército mauritano en retirada. Un fracaso ya que en julio de 1978, Moktar Ould Daddah, presidente de la República Islámica de Mauritania, fue derrocado por un golpe de estado liderado por el comandante del ejército nacional. Su sucesor comenzó un retiro gradual del Sáhara Occidental para poner fin a la costosa guerra contra el Polisario.

    La llegada al poder de François Mitterrand suscitó esperanzas. En sus 110 propuestas para Francia, el candidato exigió la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, criticó el apoyo de Estados Unidos a las dictaduras de América Latina, hizo un llamado al derecho del pueblo palestino a tener una patria, a la independencia de Chad, al respeto de la soberanía de Camboya y al apoyo a los derechos de autodeterminación de Eritrea y… del Sáhara Occidental. Pero aparte de una visita abortada a los campos de refugiados saharauis de Danielle Mitterrand, reprogramada para reunirse con Mohamed Abdelaziz, líder del Polisario, nada se materializó concretamente.

    En 1991, se obtiene un alto el fuego del Frente Polisario a cambio de la promesa de celebrar un referéndum, organizado bajo los auspicios de la Misión de las Naciones Unidas para la Organización de un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).

    El pueblo saharaui tiene entonces la oportunidad de ser consultado finalmente y de elegir entre formar parte integrante de la monarquía marroquí o ser independiente. Pero surgen desacuerdos, especialmente sobre las personas elegibles para votar, entre el Frente Polisario y Rabat. Para asegurar la victoria, Marruecos propone una lista de 83,971 votantes que viven en la zona ocupada. Pero después de una investigación, la MINURSO concluye que solo la mitad son saharauis con raíces históricas.

    Los demás son colonos marroquíes, instruidos por Rabat para hacerse pasar por autóctonos y así poder votar en contra de la independencia. Su falta de dominio del « hassaniya », el dialecto saharaui, la ausencia de documentos de identidad saharauis o de conocimientos tribales locales los excluyen del proceso de votación.

    Francia también apoya una ampliación del cuerpo electoral al integrar a parte de las poblaciones saharauis refugiadas, especialmente en Argelia. Pero París no ejerce presión sobre Marruecos para garantizar la aplicación del voto. La publicación del libro de Gilles Perrault « Nuestro Amigo el Rey » causó un gran impacto y la disputa diplomática es demasiado fuerte.

    Complacencia interesada hacia Marruecos

    El Representante Especial de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (2005-2007), Francesco Bastagli, recuerda que « la posición francesa ha sido a menudo una de las más extremas en rechazar cualquier compromiso, excepto aquellos que apoyaban la posición marroquí. No solo en el ámbito político, sino también en temas relacionados con los derechos humanos (en la parte del Sáhara Occidental ocupada por Marruecos, N.D.L.R), la explotación de los recursos nacionales saharauis y todas las violaciones marroquíes de las leyes internacionales ».

    Tanto en la izquierda como en la derecha, Francia ha mantenido una posición poco favorable hacia la causa saharaui. En 2011, al borde del poder, el Partido Socialista bajo la pluma de Jean-Marc Ayrault, respondió por escrito a la Asociación de Amigos de la República Árabe Saharaui Democrática, según este extracto del libro « Luchar en el Sáhara. Del colonialismo hacia la independencia en el Sáhara Occidental »: « Se debe hacer todo lo posible para permitir que los saharauis expresen libremente su voluntad bajo el control de organizaciones internacionales. Los socialistas, en sus declaraciones públicas, han mantenido desde la ocupación del territorio por Marruecos una posición que favorece el respeto del derecho internacional y el derecho a la autodeterminación de los pueblos colonizados ».

    A pesar de esta carta que apoya la aplicación del derecho internacional a favor del pueblo saharaui, en mayo de 2012, el nuevo presidente socialista François Hollande recibe al rey marroquí Mohammed VI y lo respalda en la marroquinidad del Sáhara. Un nuevo cálculo frío, motivado por las relaciones económicas. Contactado, Jean-Marc Ayrault no respondió a las solicitudes de Marianne.

    Durante los últimos diez años, Francia se ha situado en primer lugar entre los países inversores en Marruecos, representando en promedio el 22,3 % de los flujos netos de inversiones. Los ingresos de la inversión extranjera directa (IED) francesa están concentrados en un 27,3 % en el sector inmobiliario, seguido por la industria (23,9 %), el comercio (20,3 %) y las actividades financieras (10,5 %). « Francia prefiere apoyar a Marruecos que al pueblo saharaui simplemente porque Rabat es un aliado clave de la cadena de intereses franceses en África. Eso es todo », recuerda Francesco Bastagli.

    « Las historias de Moscovici costarán 5 mil millones de euros a Europa »

    Pierre Moscovici, también una figura política anterior del PS, pareció priorizar los intereses económicos. Cuando era comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, renegoció acuerdos económicos con Marruecos para extenderlos hasta el Sáhara Occidental con el fin de poder explotar las riquezas de este territorio, que no está reconocido por la comunidad internacional como bajo control oficial de Rabat.

    Para lograr sus objetivos, propuso « consultas a las poblaciones afectadas », sin especificar cuáles. ¿Refugiados en Argelia, saharauis en territorio ocupado, colonos marroquíes? Consultado por Marianne, Pierre Moscovici dijo no recordar el caso.

    Desde entonces, una sentencia del tribunal de Luxemburgo ha desaprobado ampliamente la aventura del excomisario europeo de Asuntos Económicos. En 2021, este último anuló dos acuerdos sobre pesca y agricultura por no respetar el « consentimiento » saharaui.

    Pero la Comisión Europea y el Consejo Europeo impugnaron la anulación. Los resultados del recurso se esperan para este verano. « Las historias de Moscovici darán lugar a una acción por responsabilidad por negligencia que costará aproximadamente 5 mil millones de euros a la Unión Europea si ganamos », advierte Gilles Devers, abogado del Frente Polisario. « Haber ejecutado un acuerdo comercial que se anula por violación del derecho es una negligencia que compromete la responsabilidad de la UE por el daño total sufrido, es decir, la confiscación de los recursos naturales saharauis ». Continúa: « Los responsables del Frente Polisario (reconocido como persona jurídica representativa de los saharauis, lo que le da « la capacidad de actuar ante el juez de la Unión ») estiman diariamente estas riquezas robadas a través de contratos comerciales de países extranjeros con Marruecos. Enumeran todo para recuperar estas cantidades ante la justicia. Nuestros cálculos se basan en las cifras publicadas por la Comisión Europea, que se enorgullece de los resultados de este acuerdo UE-Marruecos en el territorio del Sáhara ».

    En la izquierda del PS, Francia Insumisa, a través de la voz de Jean-Luc Mélenchon, también adopta una postura desfavorable hacia el pueblo saharaui. Durante una visita a Marruecos en octubre de 2023, el líder de Francia Insumisa dijo apoyar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental.

    Lo mismo apoya el actual ministro de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné. Una perspectiva rechazada con fuerza por los saharauis, que prevé en su punto 14 que el Estado marroquí « conserva una competencia exclusiva, especialmente en lo que respecta a: los atributos de soberanía, la bandera, el himno nacional y la moneda, las atribuciones relacionadas con los poderes constitucionales y religiosos del Rey, Comandante de los Creyentes y garante de la libertad de culto y de las libertades individuales y colectivas, la seguridad nacional, la defensa exterior y la integridad territorial, las relaciones exteriores, el orden judicial del Reino ».

    Marianne, 15/03/2024

    #SaharaOccidental #Marruecos #Francia #FrentePolisario #MarchaVerde #referéndum #autodeterminación

  • Sáhara Occidental: cómo Israel exporta sus conocimientos coloniales a Marruecos

    Etiquetas : Sahara Occidental, Israel, Marruecos, defensa, inteligencia, cibervigilancia, entrenamiento militar,

    La normalización de las relaciones diplomáticas entre Rabat y Tel Aviv en 2020 selló una sólida alianza en defensa, inteligencia, cooperación industrial, cibervigilancia y entrenamiento militar. Esta cooperación es parte de una larga historia. Desde principios de los años 1980, Israel apoyó a la monarquía marroquí para mantener y reforzar su control sobre el territorio saharaui, la última colonia de África, anexada por Marruecos en 1975.

    Rosa Moussaoui

    Otoño de 1999. En París, el Primer Ministro francés Lionel Jospin da la bienvenida a los participantes en el XXI Congreso de la Internacional Socialista, donde organiza una entrevista entre su homólogo israelí, Ehud Barak, y el jefe de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat .

    El apretón de manos entre los dos hombres, ceremonial, no engaña a nadie. Los Acuerdos de Oslo, firmados seis años antes, entraron en un proceso de muerte lenta que no fue detenido ni por las conversaciones de Wye Plantation ni por el regreso de la mano de obra israelí a los negocios. Hay que decir que Ehud Barak no es una paloma: como jefe de gabinete, en 1993, se opuso al acuerdo de paz que, según él, contenía  » más agujeros que un gruyere » .

    En el norte del continente africano, el horizonte de paz abierto por el alto el fuego de 1991 entre Marruecos y los independistas saharauis también se ensombreció. El Frente Polisario ha cumplido su promesa de silenciar las armas, pero las maniobras marroquíes siguen obstaculizando la celebración del referéndum sobre el estatuto final que debe celebrarse bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

    L´Humanité, 19/03/2024

    #Israel #Marruecos #SaharaOccidental #normalización #cooperaciónmilitar #AcuerdosOslo #Palestina

  • Presentación del libro ‘El Sáhara Occidental. El secuestro de un pueblo’

    Etiquetas : libro El Sahara Occidenta, secuestro de un pueblo, El segrest d’un poble, Reus, Tomás Callau

    Este martes 19 de marzo a las 7 de la tarde, en el Centro de Lectura de Reus, presentación del libro ‘El Sáhara Occidental. El secuestro de un pueblo’. 

    Escrito en catalán por Tomàs Callau, el acto también contará con la presencia de la Asociación Hammada, Amigos y Amigas del Pueblo Saharaui, con la colaboración del Centro de Lectura y el Ayuntamiento de Reus.

    Fuente : Reus Digital, 19/03/2024

    #SaharaOccidental #TomásCallau #Reus

  • Misión de comunistas franceses en los campamentos saharauis

    Etiquetas : refugiados, Sahara Occidental, Marruecos, comunistas de Alto Marne, Franck Monasse, Bernard Socié, Tindouf, Argelia,

    Los militantes comunistas de Alto Marne, Franck Monasse y Bernard Socié, se reunieron con refugiados saharauis y representantes de un pueblo exiliado en Argelia desde hace casi 50 años.

    Es una de las muchas zonas de tensión de origen territorial en el planeta. Pero está lejos de ser la más conocida: el Sáhara Occidental. Es una antigua colonia española, a lo largo del Atlántico, cercana especialmente a Mauritania y ocupada por Marruecos a mediados de los años 70. Desde entonces, el reino ha construido un muro de separación de 2,700 km con la frontera de Argelia, detrás del cual se refugiaron los saharauis, cerca de la ciudad de Tinduf. « Es uno de los desiertos más áridos, más inhóspitos del mundo », explica Franck Monasse.

    Originario del valle de Blaise, el co-secretario de la federación de Alto Marne del Partido Comunista Francés (PCF) visitó Tinduf del 24 de febrero al 3 de marzo de 2024. Junto con Bernard Socié de Chaumont, fue parte de una delegación « oficial » de militantes asociativos -existe una asociación de Amigos de la República Árabe Saharaui-, periodistas, académicos… ¿Por qué esta presencia de comunistas? « Los saharauis nos lo dijeron: somos los únicos que los hemos apoyado ‘sin ambigüedades’ desde 1976 », destaca Franck Monasse.

    « Lucha de liberación »

    Reservas de fosfato, minas de hierro, abundante pesca en las aguas del Atlántico: recordadas por los dos militantes de Alto Marne, las razones por las que Marruecos quiere mantener el control sobre el Sáhara Occidental son evidentes. Por el contrario, el Frente Polisario ha estado buscando recuperar el disfrute de su tierra desde hace medio siglo. « El Polisario es una organización socialista que ha creado un Estado en el exilio, reconocido por la Unión Africana », explica Bernard Socié. « Lleva a cabo una lucha de liberación, que tiene muchas similitudes con la lucha palestina. »

    El Sáhara Occidental tiene su presidente, Brahim Ghali, elegido por tres años, su gobierno, su parlamento, su policía… y su Día Nacional. Fue en esta ocasión que la delegación francesa visitó los campamentos que albergan a 165,000 refugiados, incluyendo a niños que « gozan de perfecta salud » gracias a la ayuda humanitaria regular. « El 60% de la población tiene menos de 25 años », señala Franck Monasse. Esto explica que la mayoría hayan nacido en el exilio.

    « V de victoria »

    Sin embargo, estos jóvenes mantienen la esperanza de cruzar, algún día, la frontera argelino-marroquí en dirección contraria. « Los que encontramos son muy combativos, hacen la V de la victoria, nos dicen ‘¿cuándo vamos a volver?’ », explican los dos militantes de Alto Marne. Son mensajes de esperanza recibidos, imágenes, recuerdos que Franck Monasse y Bernard Socié compartirán con sus compatriotas en conferencias, especialmente en Chaumont y Joinville. Objetivo: sensibilizar a la población sobre la causa saharaui, un Estado que Francia no ha reconocido.

    Fuente : Le Journal de la Haute-Marne, 17/03/2024

    #SaharaOccidentl #Tindouf #HauteMarne #France #Comunistas #refugiados #saharauis

  • Saharauis en Argelia : 2º exilio más antiguo del mundo

    Etiquetas : refugiados saharauis, campamentos, Sahara Occidental, Argelia, ONU, PAM, Marruecos,

    Lejos de los titulares: después de 50 años, los refugiados del Sahara Occidental siguen en los campos

    Fuente : Centro Regional de Información de las Naciones Unidas, Bruselas

    ¿De qué se trata la crisis?

    Desde hace 50 años, Argelia ha acogido a refugiados saharauis, lo que la convierte en la segunda situación de refugiados más antigua del mundo. Se estima que 173.600 personas en cinco campamentos necesitan ayuda humanitaria.

    Los llamados refugiados saharauis viven en cinco campamentos cerca de la localidad de Tinduf, en el oeste de Argelia, caracterizados por temperaturas que pueden superar los 50 grados centígrados y precipitaciones muy escasas. El desierto duro y aislado, con frecuentes tormentas de arena, limita los medios de subsistencia y las oportunidades económicas.

    Antecedentes de la situación

    Un conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario por la soberanía del Sáhara Occidental se ha prolongado desde que España se retiró de la zona en 1975.

    La situación política sigue sin resolverse, por lo que los campamentos de refugiados han sido la única alternativa para los refugiados saharauis. El statu quo ha alimentado la frustración y la desilusión, especialmente entre los jóvenes.

    Impacto en las personas

    El 88% de los refugiados saharauis sufren inseguridad alimentaria o corren el riesgo de padecerla. El 60% es económicamente inactivo y un tercio no tiene ninguna fuente de ingresos. La desnutrición aguda mundial afecta a casi el 11 por ciento de los niños de 6 a 59 meses de edad. La anemia afecta a más de la mitad de los niños de ese grupo de edad y a las mujeres en edad reproductiva.

    Las dietas deficientes y la falta de conciencia nutricional dan lugar a problemas que incluyen deficiencias de minerales y vitaminas y sobrepeso / obesidad en las mujeres.

    El pueblo saharaui corre el riesgo de perder su cultura y su identidad debido a la naturaleza prolongada de este estancamiento político.

    Respuesta de la ONU a la crisis

    El Sáhara Occidental figura en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas desde 1963, a raíz de la transmisión de información sobre el Sáhara Español por España en virtud del Artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas.

    La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) fue establecida por la resolución 690 del Consejo de Seguridad en 1991 de conformidad con las propuestas de arreglo aceptadas en 1988 por Marruecos y el POLISARIO.

    El plan de arreglo preveía un período de transición para la preparación de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara Occidental elegiría entre la independencia y la integración con Marruecos. El referéndum aún no se ha celebrado.

    Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo comprometidas en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto del Sáhara Occidental. El 6 de octubre de 2021, el Secretario General nombró a Staffan de Mistura su Enviado Personal para el Sáhara Occidental con el fin de interponer sus buenos oficios en nombre del Secretario General.

    Organismos de las Naciones Unidas sobre el terreno

    Además de su tradicional en los campos de refugiados, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha construido desde 2002 un « puente humanitario » entre el Territorio del Sáhara Occidental y los campos de refugiados en Argelia.

    El Programa Mundial de Alimentos (PMA) apoya a los refugiados más vulnerables desde 1986, a petición del Gobierno de Argelia, cubriendo sus necesidades básicas de alimentación y nutrición.

    #SaharaOccidental #Argelia #ONU #refugiados_saharauis #PAM

  • La energía renovable al servicio del colonialismo

    Etriquetas : energía renovable, colonialismo, Sahara Occidental, Marruecos, extractivismo, fosfatos, pesca, agricultura,

    Una transición injustaEnergía, colonialismo y extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo, al igual que el colonialismo, tiene muchas formas y tamaños diferentes. En el caso del Sáhara Occidental, no sólo se manifiesta en la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. En la actualidad, el extractivismo en el Sáhara Occidental también se sustenta en proyectos de energías renovables, utilizados en parte para « maquillar de verde » la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.

    Las múltiples crisis ecológicas causadas por la actividad humana están vinculadas con otros problemas políticos, sociales y económicos que atraviesa el Norte de África y, al mismo tiempo los exacerban.1 En el Sáhara Occidental estas dificultades y crisis están determinadas por su condición de colonia. El presente informe intenta aportar a las conversaciones sobre una transición justa –es decir, una transición hacia «economías prósperas que brindan medios de subsistencia dignos, productivos y ecológicamente sostenibles; gobernanza democrática y resiliencia ecológica»– en el Sáhara Occidental.2 Aborda el modo en que funciona el extractivismo en la zona del Sáhara Occidental actualmente ocupada por Marruecos. Gran parte del análisis se centra en proyectos de energía renovable, debido a que a nivel internacional se felicita a Marruecos por su compromiso con la llamada «transición hacia una energía verde».3 El presente análisis es diferente. Intenta elevar las voces de la población saharaui originaria del Sáhara Occidental. Debido a que los desarrollos en materia de energía renovable menoscaban la autodeterminación del pueblo saharaui y exacerban las desigualdades (percibidas y reales) entre saharauis y marroquíes, esos desarrollos impiden una transición justa.

    A continuación, tras describir brevemente la historia del conflicto en el Sáhara Occidental, los autores identifican, en primer lugar, las formas de extractivismo en ese territorio ocupado del Sáhara Occidental y hacen un relevamiento de quiénes contribuyen a las industrias extractivas y lucran con ellas. Si bien el foco principal del informe son los desarrollos energéticos, también se arroja luz sobre formas de extractivismo conexas, como la extracción de fosfatos, la pesca y las industrias de la arena y la agricultura. La investigación sobre el extractivismo en el Sáhara Occidental se enmarca en conversaciones en profundidad con académicos y activistas acerca de la energía y el colonialismo a nivel mundial. El informe explica además por qué los desarrollos en materia de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental deberían considerarse formas de extractivismo.

    En segundo lugar, los autores sostienen que la energía producida (potencialmente) en el Sáhara Occidental contribuye a la diplomacia del régimen marroquí en el extranjero, perpetuando así su poder colonial en el territorio ocupado.

    Por último, el informe se pregunta cómo sería una transición justa saharaui. Los autores se inspiraron en los campamentos de refugiados saharauis y en el Gobierno en el exilio ubicado cerca de Tinduf, en Argelia. Allí se analiza una pequeña muestra de iniciativas saharauis para determinar cómo podrían relacionarse con una transición justa o influir en ella.

    Una breve historia sobre el conflicto del Sáhara Occidental

    La colonización española del Sáhara Occidental comenzó en 1884, después de la Conferencia de Berlín, en la que los Estados europeos se dividieron el territorio de África entre sí y el Sáhara Occidental pasó a ser propiedad de España. En un comienzo, la presencia española en el denominado «Sáhara español» se limitaba a la pesca en aguas costeras y el comercio con tribus saharauis. Sin embargo, el descubrimiento de fosfatos, petróleo y otros yacimientos minerales en la década de 1940 alentaron a España a ampliar su dominio sobre el territorio al ámbito político, social y económico.4

    A comienzos de la década de 1960 inició una nueva era de descolonización con la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960.5 El Sáhara español (Sáhara Occidental) se incluyó en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos que se descolonizarían en 1963. En ese entonces, surgieron movimientos masivos organizados a favor de la independencia saharaui; el primero de los cuales fue la Organización de Vanguardia por la Liberación del Sáhara, creado en 1968 por Mohamed Sidi Brahim Bassiri.6 Más tarde, después de que España desapareciera a Bassiri, un grupo de estudiantes y miembros de la Organización de Vanguardia creó el Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Polisario) en 1973. En ese mismo año, iniciaron una lucha armada contra los españoles.7

    Desde la independencia de Marruecos en 1956, y debido a sus ambiciones expansionistas, el régimen marroquí ha expresado su sueño de un «Gran Marruecos», que abarcaría el Sáhara Occidental, Mauritania y partes de Argelia y Malí.8 Por lo tanto, cuando España mencionó su plan de llevar a cabo un referéndum sobre la autodeterminación de los saharauis en 1974, Marruecos y Mauritania expresaron nuevamente sus propios argumentos a favor de la soberanía territorial respecto del Sáhara Occidental. La Corte Internacional de Justicia escuchó los argumentos de los dos Estados, que alegaban que antes de la colonización española, el Sáhara Occidental había pertenecido al territorio del Gran Marruecos y la Gran Mauritania. La Corte rechazó estas afirmaciones en una opinión consultiva y exhortó a que se aplicara la resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas, que reconoce la autodeterminación de los indígenas saharaui.9 Sin embargo, España firmó un acuerdo ilegal con Marruecos y Mauritania, mediante el cual se dividió el Sáhara Occidental entre los dos países africanos y se otorgó a España un 35 por ciento de las ganancias de las reservas de fosfato del territorio, además de acceso permanente a su pesca.10

    En octubre de 1975, Marruecos y Mauritania invadieron el Sáhara Occidental.11 Decenas de miles de saharauis huyeron y se refugiaron en campamentos en Argelia. Algunos fueron bombardeados con napalm en el trayecto.12 En 1976, el Frente Polisario, con sede en los campamentos, declaró la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el exilio. Esa sería la sede de la lucha armada del Frente Polisario contra Marruecos y Mauritania hasta que las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego en 1991, que se acordó sobre la base de la promesa de que se celebraría un referéndum de autodeterminación sobre la independencia de los saharauis. El referéndum nunca tuvo lugar y el proceso diplomático estuvo estancado hasta noviembre de 2020 (véase a continuación).

    Mauritania se retiró de la guerra en 1979, tras firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario. Marruecos sigue ocupando el Sáhara Occidental. La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió «encarecidamente a Marruecos que participe también en la dinámica de paz y ponga fin a la ocupación del Territorio del Sáhara Occidental».13 El Frente Polisario controla aproximadamente una cuarta parte del territorio del Sáhara Occidental, al este de la berma construida por Marruecos, que es considerada la «mayor barrera militar del mundo».14

    En la actualidad, alrededor de 180 000 saharauis viven de ayuda humanitaria internacional en campamentos de refugiados en Argelia, mientras que Marruecos sigue aplicando políticas de colonialismo de asentamiento en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Esas políticas abarcan desde la desaparición forzada y la tortura de presos de conciencia15 hasta el traslado de los colonos marroquíes al territorio (no hay datos fiables sobre la proporción exacta de colonos en relación con los indígenas saharauis, pero el consenso es que los primeros superan ampliamente en número a los últimos), además de la apropiación cultural.16

    El alto el fuego negociado por las Naciones Unidas entre el Frente Polisario y Marruecos, que comenzó en 1991, duró 29 años, pero finalizó el 13 de noviembre de 2020, tras un incidente violento. Civiles saharauis habían erigido una barricada en un hueco de la muralla militar cerca de la localidad de Guerguerat, en una zona de amortiguación desmilitarizada en la frontera con Mauritania. Abdelhay Larachi, un saharaui que ayudó a colocar la barricada, explicó: «queríamos cerrar el pase ilegal en Guerguerat […] [es] una entrada por la cual Marruecos envía los recursos naturales que saquea a Mauritania y a otros países».17 Marruecos disparó a los manifestantes en el lugar y el Frente Polisario, declarando el quiebre del cese del fuego, disparó en respuesta.

    No es casualidad que la nueva guerra fuera provocada por el bloqueo saharaui del denominado «corredor del saqueo» en Guerguerat (mediante el cual se trasladan hortalizas del territorio ocupado para enviar al puerto de Nouadhibou, desde donde se exportan al resto del mundo). El extractivismo es una de las causas principales del conflicto y el colonialismo en el Sáhara Occidental.

    Extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    El extractivismo es un modo de acumulación capitalista mediante el cual algunas regiones, generalmente del Norte global, extraen recursos naturales de otras regiones, principalmente para su exportación. El extractivismo ha caracterizado la relación de Europa con las Américas, África y Asia desde la época de la conquista y la colonización.19 Hoy en día, el extractivismo en el Norte de África continúa en la forma de neocolonialismo.20 Se extraen recursos desde petróleo y gas hasta menas preciosas, productos pesqueros y agrícolas.21 El turismo y la apropiación cultural también se consideran en general formas de extracción neocolonial, en el sentido de que se explotan recursos del Sur global o indígenas, como recursos intelectuales o artísticos, para el beneficio de las poblaciones del Norte global.22

    En los últimos años ha quedado cada vez más claro que los proyectos de energía renovable también pueden perpetuar o reforzar el extractivismo. Por ejemplo, activistas locales consideraron que la fallida Iniciativa Industrial Desertec, que intentaba satisfacer alrededor del 20 por ciento de la demanda energética de Europa para 2050 mediante la construcción de parques solares y eólicos en Oriente Medio y el Norte de África, era un emprendimiento capitalista neocolonial. Desertec planteó preocupaciones sobre el posible saqueo de los ya escasos recursos hídricos, la exportación de energía a Europa sin satisfacer las necesidades energéticas locales y el lenguaje colonial utilizado para describir el desierto del Sáhara. La iniciativa finalmente fracasó por motivos financieros.23 De modo similar, sobre la base de investigación en comunidades indígenas de México, Alexander Dunlap describe los desarrollos de energía renovable a escala industrial como «combustibles fósiles+», debido a que esos proyectos empresariales de gran escala renuevan y amplían el orden explotador, capitalista y colonial de la industria de los combustibles fósiles.24 Los desarrollos de energía renovable en el territorio ocupado del Sáhara Occidental pueden considerarse extractivistas debido a que perpetúan modos de acumulación capitalista y utilizan recursos en formas que no reconocen los derechos humanos de las comunidades locales ni las benefician.

    Además de un parque eólico privado que suministra electricidad a una fábrica de cemento, los proyectos de energía eólica en el territorio ocupado del Sáhara Occidental son parte de la cartera de la empresa de energía eólica Nareva, que pertenece a la empresa de la monarquía marroquí, Al Mada.25 Nareva ha trabajado en asociación con la multinacional alemana de energía Siemens (y, posteriormente, con su filial española Siemens Gamesa) en todos los parques eólicos que ha desarrollado en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. El parque de Aftissat de 200 MW genera electricidad para clientes industriales, entre ellos la empresa estatal marroquí Office Chérifien des Phosphates (OCP).26 El parque eólico de Fum el Uad, de 50 MW, suministra el 95 por ciento de la energía necesaria para el funcionamiento de la mina de fosfato de OCP en Bucraa.27 Está prevista la construcción de más parques eólicos en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, que tendrán una capacidad combinada de más de 1000 MW. También hay planes de ampliar dos parques solares en el territorio y de construir un tercero. Además, se están realizando estudios sobre el potencial geotérmico del territorio ocupado.28

    Si bien este artículo se centra en proyectos de energía renovable, es necesario enmarcar esos proyectos en el contexto más amplio del extractivismo en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Los fosfatos de la mina de Bucraa –para cuya extracción se secan pozos subterráneos preciados– se transportan a todo el mundo para utilizar en fertilizantes para la agricultura.29 Invernaderos de tamaño industrial producen hortalizas para el mercado de la Unión Europea (UE).30 Los ricos recursos pesqueros del Sáhara Occidental también son explotados por arrastreros de varios países y regiones, especialmente de la UE y Rusia, mediante prácticas no sostenibles para el medio ambiente.31 A nivel local, se han otorgado varios permisos de pesca a personalidades de alto perfil del makhzen marroquí (la élite en el poder).32

    Muchos juristas cuestionan la legalidad de esas actividades, dado que no se puede explotar legalmente los recursos de un territorio ocupado sin el consentimiento de su población.33 En este sentido, el Gobierno de la RASD y grupos de solidaridad con la población saharaui han entablado demandas ante varios tribunales internacionales.34

    Ocupación energética: de qué modo la energía contribuye a la diplomacia del régimen marroquí

    Los proyectos energéticos son utilizados para crear nuevas formas de dependencia de energía fuera de Marruecos. Esa energía es parcialmente suministrada por el Sáhara Occidental, lo cual genera un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación. El Sáhara Occidental está conectado a la red eléctrica de Marruecos a través de una interconexión en su capital, El Aaiún. Se está creando una interconexión de 400 kilovoltios (kV) entre El Aaiún y Dajla, una ciudad en el sur del Sáhara Occidental.35 Marruecos aspira a conectar su red a la de Mauritania a través de Dajla, con el objetivo de exportar energía al mercado de África Occidental.36 De modo similar, en las negociaciones de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP22) celebradas en Marrakech en 2016, Marruecos firmó un plan para exportar energía al mercado interior europeo.37 Estos planes y acuerdos representan fuertes obstáculos adicionales a la autodeterminación del pueblo saharaui. Si se establecen estas interconexiones, Marruecos podría crear una dependencia parcial de Europa y África Occidental respecto de la energía generada en el Sáhara Occidental.

    El régimen marroquí también utiliza la promesa de la energía para aumentar su «poder blando» (es decir, el poder de persuadir o coercionar a otros Estados para que lleven a cabo determinadas políticas o medidas) en el continente.38 Por ejemplo, el gasoducto de Nigeria y Marruecos (NMGP) es un proyecto en tierra y mar que procura suministrar gas de Nigeria a África Occidental y el Norte de África, y que podría abastecer a Europa. El NMGP es un proyecto de energía de grandes dimensiones, con enormes repercusiones políticas: si bien el régimen nigeriano tradicionalmente ha sido un fuerte defensor del Frente Polisario, el país ha suavizado su postura diplomática sobre el conflicto del Sáhara Occidental debido a este proyecto.39 Ello puede interpretarse como una forma de diplomacia energética: Marruecos hace que actores poderosos sean cómplices en la ocupación y crea alianzas para su proyecto colonial a través de sus desarrollos de sistemas energéticos.

    También se pueden analizar los proyectos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental desde la perspectiva del lavado verde. El «lavado verde» consiste en promover un producto, política o acción de manera engañosa como respetuosos del medio ambiente. Marruecos cultiva una imagen de «líder africano en el desarrollo de energía renovable».40 Ello implica un lavado verde de su ocupación del Sáhara Occidental. El impacto ambiental del gran despliegue militar, del muro que separa el país, de la explotación de fosfato y el secado de pozos de agua dulce para regar invernaderos de tamaño industrial se ocultan detrás de la imagen «verde» que el régimen marroquí se ha empeñado en promover.

    Los proyectos de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental promueven una falsa «soberanía» energética para Marruecos (falsa porque Marruecos no es el poder soberano del Sáhara Occidental), dado que le otorgan «independencia energética» de otros países de la región, mediante la expropiación de los recursos del Sáhara Occidental. En el último trimestre de 2021, Marruecos estaba intentando acelerar el proyecto del NMGP, debido a que Argelia se negó a seguir cooperando con el país, tras haber cortado relaciones diplomáticas con el reino, en gran parte debido al conflicto en el Sáhara Occidental.41 De hecho, en un contexto en el cual el reino produce un volumen insignificante de su propio petróleo y gas, los planes de energía renovable de Marruecos apuntan a que el país deje de depender de la importación de energía del extranjero. El Western Sahara Resource Watch (WSRW) informa que «la energía eólica producida en el territorio ocupado del Sáhara Occidental podría constituir el 47,2 por ciento de la capacidad eólica total de Marruecos de aquí a 2030. En ese mismo año, la proporción de energía solar generada en el territorio podría ser de entre 9,70 por ciento y 32,64 por ciento de la capacidad solar total de Marruecos, o incluso más elevada.42 Por lo tanto, Marruecos está intentando solucionar sus problemas de suministro de energía mediante la explotación colonial de los recursos del Sáhara Occidental.

    Opresión energética: perspectivas saharauis del sistema de energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental

    Los autores reunieron datos sobre los puntos de vista de los saharaui respecto del sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental mediante la observación de participantes (2015), dos grupos de debate (2019) y 20 entrevistas en profundidad semiestructuradas (2019-2020). Los participantes de la investigación, cuyos nombres se han cambiado, eran saharauis que vivían en el territorio ocupado de El Aaiún o Bojador, que se identificaban como no activistas o activistas de bajo perfil (en relación con temas de independencia, medio ambiente y derechos humanos).43 Por «sistema energético» nos referimos a los desarrollos, la infraestructura, la transmisión, el uso y los imaginarios de energía (es decir, el entendimiento de la energía y los significados que se adjudican a la energía en una comunidad determinada). Ello abarca tanto sistemas basados en combustibles fósiles como fuentes de energía renovable.

    Los entrevistados describieron cortes de luz «frecuentes» y dieron varias explicaciones sobre las causas. Dadi dijo: «[un apagón] ocurre por motivos políticos, por ejemplo debido a las manifestaciones nocturnas». De modo similar, Hartan explicó: «cuando los detenidos políticos saharaui regresan a su territorio, las autoridades de la ocupación marroquíes cortan [la electricidad] a propósito para arruinar el evento […] Fui testigo del sufrimiento de activistas por los medios de comunicación cuando estábamos atrapados durante las manifestaciones populares que coincidieron con la visita del enviado de las Naciones Unidas Christopher Ross al territorio ocupado de El Aaiún […] Me percaté de que las baterías de sus cámaras se habían agotado, por lo que no pudieron registrar las violaciones». Mahmoud informó: «[los proveedores de energía] sostienen que los [cortes de electricidad] se deben a problemas en la red, pero sabemos que a veces cortan la electricidad a propósito cuando quieren ingresar cosas secretas a la ciudad o cuando los jóvenes salen a protestar». Con respecto a las «cosas secretas» que mencionó Mahmoud, Fadel sostuvo: «a veces cortan [la electricidad] si trasladan más soldados y armas del aeropuerto al desierto, a la berma. No quieren que la población o los activistas sepan cuántas armas, tanques y soldados están ingresando».44

    ¿Quiénes son «ellos» a los que se refiere Fadel? ¿Se trata de los proveedores de energía y del Estado marroquí? ¿O solamente de este último? La necesidad de formular esta pregunta pone de manifiesto que los participantes de la investigación confunden a unos con otros. Esa confusión es común en los contextos neocoloniales y tiene amplias repercusiones en el modo en que los ciudadanos perciben a los Estados. Como sostiene Idalina Baptista, cuando los proveedores de servicios son asociados estrechamente con el Estado, la relación entre el proveedor y el cliente pasa a entenderse como un reflejo de la relación entre el Estado y la sociedad.45 De modo similar, Charlotte Lemanski sostiene que el acceso de la población a la infraestructura pública marca su identidad como ciudadanos y su relación con el Estado.46 En el Sáhara Occidental, las experiencias de los participantes de la investigación en relación con los sistemas energéticos profundizó el antagonismo que sentían hacia el Estado marroquí.

    Los entrevistados consideraron que los distritos con mayor proporción de personas de origen étnico saharaui, como el distrito de Maatalla en la ciudad de El Aaiún, tendían a sufrir más cortes de luz. Algunos participantes también destacaron que ocurría lo mismo con el agua corriente. Por ejemplo, Ali, de 31 años de edad, nos contó: «Estos cortes de luz son habituales en Maatalla y otros barrios saharauis, pero los colonos pueden bañarse sin problemas».47 Consideraba que la infraestructura –tanto hídrica como eléctrica, en este caso– era una herramienta utilizada por los colonizadores para diferenciar a los colonos de los nativos. Al igual que en situaciones coloniales, la infraestructura energética histórica y real está al servicio de la segregación étnica.48 Además, se deberían tener en cuenta las dimensiones de género de los cortes de electricidad. En la sociedad saharaui, la carga (o el placer) del cuidado de los hijos y del hogar recae en forma desproporcionada en las mujeres y niñas. Por lo tanto, el impacto de los cortes de luz en el hogar tiene dimensiones de género. En palabras de Mahmoud, «como nómada [un corte de electricidad] no me afecta. Estoy acostumbrado. Pero a veces realmente necesitamos la electricidad, especialmente mi esposa y mis hijos».49

    Todos los participantes de la investigación que estaban conectados a la red consideraron que sus facturas de electricidad eran «costosas» y en la mayoría de los casos el gasto les provocaba mucha ansiedad. Salka dijo a los autores que gastó más de la mitad de sus ingresos mensuales para pagar la cuenta de electricidad.50 Los participantes de la investigación también informaron que varias familias, especialmente en los asentamientos del este de El Aaiún, no tenían electricidad. Vale la pena citar las palabras de Zrug, ya que ponen de manifiesto el sentimiento de injusticia vinculado con el elevado costo de la energía, la importancia de la soberanía popular respecto de los recursos energéticos y la cuestión política más amplia de la explotación de los recursos naturales:

    «Es 2019 y en unos días será 2020. Sé que hay muchas personas que no tienen electricidad en sus hogares. Muchas empresas han iniciado grandes proyectos de energía y, no muy lejos de esos proyectos, la población de El Aaiún vive sin electricidad […] Hubo una protesta en el barrio de Al Matar sobre los cortes de agua y electricidad […] Los parques eólicos, etcétera, están empobreciendo a los pobres y enriqueciendo a los ricos. Se está exportando energía verde del Sáhara Occidental a otras partes de África y del mundo. Aunque esta actividad es ilegal porque la realiza la ocupación marroquí, me siento orgulloso ya que muchas personas de otras partes podrán utilizar la electricidad para alumbrarse y para otras actividades. Necesitan la electricidad al igual que yo. Estoy de acuerdo en que las personas tengan beneficios en todas partes y puedo sacrificar mis derechos por ellos para producir luz para las personas pobres, pero con una condición: debe ser gratuita, no debe venderse».51

    Varios participantes afirmaron que los proveedores de energía les habían cobrado de más. Por ejemplo, Mahmoud afirmó: «en ocasiones nos envían facturas con montos equivocados. En nuestro hogar no tenemos muchos artefactos eléctricos, de modo que sabemos cuánta energía utilizamos». Esa desconfianza expresada por los participantes de la investigación respecto de los proveedores también está presente en su percepción de quienes gestionan y son propietarios de la energía en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Nguia consideró que los productores de energía eran «empresas extranjeras inhumanas». Afirmó: «el poder de la ocupación está permitiendo a otros países invertir aquí para que reconozcan la soberanía marroquí respecto del Sáhara Occidental». Dadi comentó: «estas empresas contribuyen a la colonización marroquí y apoyan su presencia en forma permanente». Salka informó que «la ocupación marroquí y las empresas extranjeras se quedan con todas las ganancias».52

    Todos los entrevistados expresaron su deseo de seguir protestando contra los proyectos de energía, pero algunos tenían mucho miedo de llevarlo a cabo. Quienes participaron en las protestas contra los proyectos de energía informaron que fueron golpeados por la policía o sufrieron alguna otra forma de represalia, como la pérdida de sus beneficios de seguridad social o despidos, amenazas contra familiares y prohibición de viajar. A pesar de que organizaciones no gubernamentales lideradas por saharauis tienen prohibido registrarse en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, hay dos ONG saharauis no registradas que han centrado su labor en realizar campañas contra la explotación de los recursos naturales del territorio, incluido el ámbito de la energía. Una de ellas es la Liga Saharaui por los Derechos Humanos y los Recursos Naturales, dirigida por Sultana Khaya; la otra es el Comité de Protección de los Recursos Naturales del Sáhara Occidental (CSPRON), cuyo presidente es Sidahmed Lemjeyid. Ambos han sufrido violaciones graves de los derechos humanos por parte del Estado marroquí como consecuencia de su trabajo: Lemjeyid actualmente cumple cadena perpetua en una cárcel marroquí,53 mientras que Khaya está bajo arresto domiciliario, tras haber perdido un ojo como consecuencia de tortura policial.54 La policía recientemente intentó violarla; violaron a su hermana en el hogar de la familia de Khaya, en represalia contra el activismo de Sultana.55 Ello ocurre en medio de un patrón más amplio y arraigado de repercusiones de género contra activistas saharauis: el Estado marroquí ha utilizado formas de tortura con motivaciones de género contra presas políticas saharaui desde 1975, como el abuso sexual, la humillación sexual y obligar a las presas a mantener relaciones sexuales entre sí.56 Por lo tanto, el sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental está claramente vinculado a violaciones graves de los derechos humanos por motivo de género.

    ¿Cómo sería una «transición justa» liderada por la población saharaui? Inspiración y preguntas de los campamentos

    En los debates de alto perfil sobre el futuro de los sistemas energéticos a menudo no se invita a participar a voces indígenas.57 En esta sección, los autores desean destacar algunas iniciativas saharauis que arrojan luz sobre lo que podría ser una transición justa saharaui. Ellas incluyen la hidroponia de baja tecnología para la producción de alimentos sostenibles, la construcción de viviendas a partir de plástico reciclado y planes para el suministro de energía renovable en localidades de un Sáhara Occidental libre. No obstante, debemos ser conscientes de que esos casos de «buenas prácticas» de los campamentos no son, en sí mismos, una garantía de que, si se produjera una descolonización, el Gobierno llevaría a cabo una transición verdaderamente justa en un Sáhara Occidental independiente. Aunque, como hemos visto en la sección anterior, la autodeterminación es una condición necesaria para una transición justa saharaui, no es una condición suficiente para garantizarla. En esta sección los autores también desean destacar las cuestiones que deberían abordarse en un Sáhara Occidental independiente para asegurar una transición del extractivismo hacia un sistema justo, equitativo y regenerativo.

    El ingeniero Taleb Brahim ha desarrollado hidroponia de baja tecnología para que ciudadanos refugiados cultiven hortalizas y pienso para sus animales. La hidroponia es un tipo de horticultura en la cual se cultivan plantas sin utilizar tierra. De «baja tecnología» se refiere a tecnologías que, según Brahim, son accesibles y asequibles para ciudadanos refugiados. Este método es diseñado para que sea accesible para todas las personas, de modo que hasta las familias más pobres pueden acceder a alimentos autoproducidos, saludables y nutritivos. Las unidades hidropónicas reciclan agua y utilizan fertilizantes naturales. Como señala Brahim: «si insistes en que los plaguicidas y los fertilizantes artificiales son necesarios para la agricultura, entonces dependerás de las multinacionales». Brahim explicó que se inspira en la ética de «la sostenibilidad, la autosuficiencia y la independencia para los saharauis». Cree que es la primera persona en el mundo que ha desarrollado hidroponia de baja tecnología en condiciones consideradas «extremas» en cuanto al clima y la disponibilidad de recursos. El Programa Mundial de Alimentos ahora está poniendo a prueba su modelo en varios países con poblaciones de refugiados y 1 200 saharauis en campamentos han recibido la formación necesaria para reproducir su innovación.58

    El ingeniero Tateh Lehbib ha creado un nuevo método de construcción que genera temperaturas más bajas en las viviendas y una mayor resistencia a vientos e inundaciones (las viviendas tradicionales son construidas con adobe, que se desmorona con la lluvia). Su método se basa en la utilización de materiales baratos –botellas de agua recicladas– y es fácil de reproducir. La cúpula cóncava de estas viviendas mantiene más baja la temperatura interior que las viviendas cuadradas tradicionales. Los refugiados especialmente vulnerables, como las personas mayores y las personas con problemas de salud, han sido los primeros en beneficiarse del nuevo tipo de vivienda de Lehbib.59

    Aunque Brahim y Lehbib han liderado innovaciones que permiten vivir de forma más sostenible, cómoda y saludable en los campamentos, otros ciudadanos refugiados reflexionan sobre el futuro de la zona controlada por el Frente Polisario en el Sáhara Occidental. El arquitecto e ingeniero Hartan Mohammed Salem Bechri diseñó una ciudad sostenible del futuro o, como la denomina, un «hábitat sostenible permanente» para los seres humanos y sus compañeros no humanos (camellos y cabras), teniendo en cuenta la zona controlada por el Frente Polisario. Su diseño incluye zonas donde vivirían los ciudadanos sedentarios, al igual que zonas con servicios para los nómadas que visitan y los animales. La ciudad funcionaría totalmente a partir de energía renovable.60

    Las innovaciones de Bechri, Lehbib y Brahim están relacionadas de varias maneras con una transición justa. Para una transición justa se necesita la redistribución igualitaria de los recursos.61 Las innovaciones de Lehbib y Brahim ponen de manifiesto la preocupación respecto de la asequibilidad y la autosuficiencia. Los dos ingenieros han desarrollado formas de asegurar que las familias más pobres tengan acceso a refugio y alimentos saludables, sin tener que depender de la materia prima de las multinacionales. Sus innovaciones procuran ser sostenibles desde el punto de vista económico (para las propias familias) y ambiental. Los diseños de Lehbib, aunque aún están en etapa de planificación, tienen en cuenta más que los seres humanos como parte de su visión de un futuro saharaui en un Sáhara Occidental independiente. La mayoría de los marcos para una transición justa hacen hincapié en la importancia de cuidar «la naturaleza más allá de los seres humanos», así como las comunidades humanas. En el caso saharaui, ello está en consonancia con las tradiciones nómadas. Las prácticas saharauis tradicionales conscientes del medio ambiente y la ecología se remontan al menos al siglo XVIII62 y también hay registros de la importancia tradicional y el cuidado de los camellos.63 La contribución determinada a nivel nacional de la RASD al Acuerdo de Clima de París ilustra la intención del Gobierno de aportar a conversaciones mundiales más amplias para abordar la crisis climática y mantener estas prácticas tradicionales cuidadosas de la ecología.64

    En lo más inmediato, el Departamento de Energía de la RASD tiene planes de instaurar energía renovable en la zona del Sáhara Occidental bajo su control. Ello incentivaría el regreso de los refugiados a esa zona. El departamento ha realizado un estudio exploratorio y está buscando financiación para poner a prueba algunas recomendaciones del estudio, que calcula la energía solar y eólica que será necesaria para suministrar electricidad para infraestructura pública esencial, como hospitales, y hace un relevamiento de la infraestructura existente, como los pozos comunales, que actualmente funcionan con turbinas eólicas, utilizadas por la población nómada. El estudio también analiza opciones de energía para uso residencial. El ingeniero eléctrico y coautor del estudio exploratorio Daddy Mohammed Ali, junto con su equipo, ha contemplado la opción de grandes parques solares. Sin embargo, se pregunta si un modelo de ese tipo se podría adaptar lo suficiente a los estilos de vida nómadas. Por lo tanto, el equipo consideró la posibilidad de suministrar a cada familia saharaui su propia tecnología solar independiente y portátil. Mohammad Ali explica: «Las familias en la zona liberada suelen viajar, por lo que es conveniente que tengan su panel independiente, que puedan transportarlo y que incluso tengan su propia red independiente».65 Esa preocupación de mantener estilos de vida no sedentarios sería una parte fundamental de una transición justa saharaui, que asegure espacios inclusivos para las prácticas nómadas.

    Los planes recientes de un futuro renovable trazados por el Departamento de Energía del Gobierno de la RASD se alejan drásticamente de planes anteriores de la Autoridad de Petróleo y Minas. Mediante llamados a la solicitud de licencias en 2005, la RASD firmó acuerdos de garantías con cuatro empresas internacionales para la concesión de derechos de exploración en el Sáhara Occidental cuando la región sea independiente.66 La Autoridad de Petróleo y Minas afirma que realizó amplias consultas a la sociedad civil antes de lanzar los llamados para la concesión de licencias.67 Sin embargo, una investigación de jóvenes activistas saharauis concluyó que algunos grupos de la sociedad civil apoyaban los acuerdos (porque cuestionaban los esfuerzos de Marruecos de explotar petróleo) y otros criticaban los planes sobre la base de que la energía solar era preferible por motivos ambientales.68 Esto plantea la cuestión de la soberanía popular –integral en toda transición justa– y cómo se adoptarían las decisiones sobre energía en un Sáhara Occidental libre. ¿Se explotaría el petróleo a pesar de la crisis climática y su impacto desproporcionado en las comunidades que viven en climas cálidos, como los saharauis? ¿Se nacionalizarían los parques eólicos y solares en el territorio ocupado del Sáhara Occidental? Para lograr una transición justa y poner fin a la extracción de combustibles fósiles se necesita un proceso de adopción de decisiones democrático y participativo y el beneficio igualitario de los recursos energéticos.

    Por otro lado, hay aspectos reconfortantes en la política energética actual del Gobierno de la RASD en los campamentos. Por ejemplo, cuando surgieron oportunidades limitadas para disponer de electricidad a partir de energía solar en los campamentos a finales de la década de 1980 (en gran medida a través de financiación de ONG suizas y españolas), el Gobierno priorizó a tres instituciones públicas en la electrificación: hospitales y farmacias, escuelas primarias y centros de educación y formación de mujeres.69 Sin duda, esa priorización refleja el compromiso de la RASD con la igualdad de género.70 Como han sostenido los autores en la sección anterior, el modelo energético vigente en el territorio ocupado del Sáhara Occidental ha afectado en forma desproporcionada a mujeres y niñas, debido a los frecuentes cortes de luz y la opresión por motivo de género de quienes se oponen al modelo energético extractivista. Una transición justa saharaui debe ser feminista.71

    Conclusión

    El sistema energético en el territorio ocupado del Sáhara Occidental conecta físicamente a Marruecos y el Sáhara Occidental mediante líneas de transmisión y cables. Además de brindar a Marruecos la oportunidad de lavar la imagen de la ocupación, los desarrollos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental le otorgan una falsa «soberanía» energética, lo cual disminuye su dependencia energética de países vecinos, como Argelia. Además, estos desarrollos se utilizan para crear nuevas formas de dependencia fuera de Marruecos de energía que proviene, al menos parcialmente, del Sáhara Occidental. Estos desarrollos energéticos sin duda generan un incentivo diplomático para que otros países apoyen la ocupación.

    Para los saharauis, el sistema energético vigente en el Sáhara Occidental es una herramienta opresiva y colonial. Para los saharauis que viven en el territorio ocupado, la justicia energética está inextricablemente ligada a la independencia y la descolonización. Ese es también el caso de los saharauis que viven en el Estado en el exilio y los campamentos de refugiados en Argelia, donde se han puesto a prueba innovaciones basadas en la sostenibilidad, la autosuficiencia y la autodeterminación. No obstante, persisten preguntas sobre la política energética en un Sáhara Occidental libre e independiente. Mientras que poner fin a la ocupación marroquí y la descolonización total es fundamental para una transición justa saharaui, la capacidad del Gobierno de la RASD de asegurar la soberanía popular respecto de los recursos energéticos del Sáhara Occidental también será fundamental.

    Acerca de los autores

    Joanna Allan es catedrática del departamento de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Northumbria. También es activista de Western Sahara Campaign Reino Unido y de Western Sahara Resource Watch.

    Mahmoud Lemaadel es investigador independiente y activista de los medios de comunicación. Es cofundador de la plataforma de medios locales y derechos humanos Nushatta Foundation for Media and Human Rights, ubicada en el territorio del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y los campamentos de refugiados saharauis en el suroeste de Argelia.

    Hamza Lakhal es estudiante de doctorado en Antropología por la Universidad de Durham. Es poeta saharaui y activista por la independencia del Sáhara Occidental.

    Créditos

    Corrección de estilo: Rosanna Peveroni

    Notes and sources

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    2. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    3. Véase, por ejemplo, un artículo recientemente publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que caracteriza a Marruecos como «pionero» en la transición a la energía verde: IRENA (2021) ‘Morocco and IRENA partner to boost renewables and green hydrogen development’. https://www.irena.org/newsroom/pressreleases/2021/Jun/Morocco-and-IRENA-Partner-to-Boost-Renewables-and-Green-Hydrogen-Development [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    4. Para más información sobre la historia de explotación española de recursos en el Sáhara Occidental, véase Martínez-Milán, J. (2017) ‘La larga puesta en escena de los fosfatos del Sahara Occidental, 1947-1969’, Revista de Historia Industrial 26 (69): 177-205.
    5. Asamblea General de las Naciones Unidas, Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, 14 de diciembre de 1960, A/RES/1514(XV) https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/156/42/PDF/NR015642.pdf?OpenElement [consultado el 28 de septiembre de 2021].
    6. Tony Hodges. (1983) ‘The origins of Saharawi nationalism’, Third World Quarterly 5: 28-57. pág. 49.
    7. Para más información sobre la historia del nacionalismo saharaui, véase San Martín, P. (2010) Western Sahara: The refugee nation. Cardiff: University of Wales Press.
    8. San Martín (2010) Western Sahara. p. 66.
    9. Corte Internacional de Justicia (1975) Sáhara Occidental: Opinión consultiva de 16 de octubre de 1975. Disponible en inglés y francés en: https://www.icj-cij.org/en/case/61 [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    10. Para más información sobre el Acuerdo Tripartito, véase el capítulo 1 de Zunes, S. y Mundy, J. (2010) Western Sahara: War, nationalism and conflict irresolution. Nueva York: Syracuse University Press.
    11. La denominada «Marcha Verde» de Hassan II, en la cual 350.000 ciudadanos marroquíes descendieron en el Sáhara español armados únicamente con ejemplares del Corán, suele describirse como «pacífica». No obstante, soldados marroquíes habían cruzado hacia el Sáhara español desde el verano anterior y en octubre de 1975 Marruecos había lanzado una «invasión militar total, en la que participaron varios miles de soldados» (San Martín 2010: 104). Como observan Stephen Zunes y Jacob Munday, varios grupos conocidos de derechos humanos publicaron crónicas detalladas de los fuertes ataques contra poblaciones civiles y las violaciones sistemáticas de los Convenios de Ginebra y el derecho de la guerra (Zunes y Mundy 2010: 114).
    12. La fuerza aérea marroquí bombardeó campamentos de refugiados civiles en Guelta Zemmour y Um Draiga (ambos en el Sáhara Occidental) en febrero de 1976 y utilizó napalm en cuatro ocasiones de las que se tiene conocimiento (Zunes y Munday 2010: 114).
    13. Véase Asamblea General de las Naciones Unidas, Cuestión del Sáhara Occidental, 21 de noviembre de 1979, A/RES/34/37. https://digitallibrary.un.org/record/10608/files/A_RES_34_37-ES.pdf?ln=es [consultado el 29 de septiembre de 2021]. La gran mayoría de juristas que trabajan en el caso del Sáhara Occidental también consideran que Marruecos es una «potencia ocupante». Véase Allan, J. y Ojeda, R. (2021) ‘Natural resource exploitation in Western Sahara: new research directions’, Journal of North African Studies. págs. 4-13. https://tinyurl.com/y2x257u5 [consultado el 24 de septiembre de 2021].
    14. Geoffrey Jensen y Lovelace, D. C. (2013) War and Insurgency in the Western Sahara. Strategic Studies Institute and U.S. Army War College. pág. 10.
    15. Véase especialmente Amnistía Internacional (1996) ‘Human rights violations in Western Sahara’, MDE/29/04/96. https://www.amnesty.org/en/documents/MDE29/004/1996/en/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
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    17. Entrevista telefónica con Abdelhay Larachi, 19 de noviembre de 2020.
    18. Alberto Acosta. (2013) ‘Extractivism and neoextractivism: two sides of the same curse’, en M. Lang y D. Mokrani (eds.) Beyond Development: Alternative visions from Latin America. Quito y Ámsterdam: Rosa Luxemburg Foundation y Transnational Institute. pág. 62.
    19. Ibíd. pág. 62.
    20. Hamza Hamouchene. (2019). ‘Extractivism and resistance in North Africa’. Ámsterdam: Transnational Institute.
    21. Ibíd. pág. 4.
    22. Sobre turismo, véase Hamouchene (2019: 4). Sobre apropiación cultural, véase Juhn, S. y Ratté, E. (2018) ‘Intellectual extractivism: The dispossession of Maya weaving’. Intercontinental Cryhttps://intercontinentalcry.org/intellectual-extractivism-the-dispossession-of-maya-weaving/
    23. Hamouchene. (2015) ‘Desertec: The renewable energy grab?’ New Internationalisthttps://newint.org/features/2015/03/01/desertec-long [consultado el 21 de septiembre de 2021].
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    25. Para más información sobre los vínculos entre la familia real marroquí y los proyectos de energía en el Sáhara Occidental, véase WSRW (2021) ‘Greenwashing the occupation: How Morocco’s renewable energy projects in Western Sahara prolong the conflict over the last colony in Africa’. Bruselas: WSRW. pág. 25. https://tinyurl.com/26nt63kp [consultado el 12 de octubre de 2021].
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    53. Tone Moe. (2017) ‘Observer report: the 2017 trial against political prisoners from Western Sahara’. https://ssrn.com/abstract=3050803 (consultado el 28 de junio de 2021).
    54. Allan. (2016) ‘Natural resources and intifada: oil, phosphates, and resistance to colonialism in Western Sahara’, Journal of North African Studies 21(4): 645-666 (p. 656).
    55. Amnistía Internacional (2021) ‘Saharawi activist at risk of further assault’, MDE 29/4198/2021. https://tinyurl.com/ 59637afb [consultado el 12 de octubre de 2021].
    56. Joanna Allan. (2019). Silenced resistance: women, dictatorships, and genderwashing in Western Sahara and Equatorial Guinea. Madison: Wisconsin University Press.
    57. Tristan Loloum, Simone Abram y Nathalie Ortar. (2021) ‘Politicising energy anthropology’, en T. Loloum, S. Abram y N. Ortar (eds.) Ethnographies of Power: a political anthropology of energy. Nueva York: Berghahn. págs. 1-23.
    58. Entrevista con Taleb Brahim, campamento de Smara, 11 de octubre de 2019.
    59. Ibíd.
    60. Hartan Mohammed Salem Bechri. (2017) Towards a Nature-Friendly Durable Permanent Habitat in Western Sahara. Master’s dissertation, Hadj Lakhdar University; Entrevista de Joanna Allan a Harten Mohammed Salem Bechri, campamento de El Aaiún, 15 de octubre de 2019. 
    61. Utilizamos la definición de «transición justa» de la Alianza por la Justicia Climática. Véase: https://climatejusticealliance.org/just-transition/ [consultado el 30 de septiembre de 2021].
    62. La documentación más antigua que los autores hallaron es Pierre Raymond de Brisson y Saugnier. (1792) Voyages to the Coast of Africa by Mess. Saugnier and Brisson, Containing an Account of their Shipwreck on Board Different Vessels, and Subsequent Slavery, and Interesting Details of the Manners of the Arabs of the Desert. Londres: G.G.J. y J. Robinson. pág. 35. El Sr. Saugnier, víctima de un naufragio, «secuestrado» en Boujdour (actualmente el Sáhara Occidental) por «árabes que deambulaban», queda maravillado por las prácticas ecológicas saharauis, como su insistencia en utilizar solamente madera muerta para leña, en vez de arbustos vivos.
    63. Gabriele Volpato y Patricia Howard. (2014) ‘The material and cultural recovery of camels and camel husbandry among Sahrawi refugees of Western Sahara’, Pastoralism 4(7). https://doi.org/10.1186/s13570-014-0007-4 [consultado el 13 de octubre de 2021].
    64. WSRW. (2021) “Saharawi Government Launches Climate Plan,” https://tinyurl.com/3mmy94kd.
    65. Entrevista con Daddy Mohammed Ali, 9 de octubre de 2019.
    66. Fadel Kamal. (2015) ‘The role of natural resources in the building of an independent Western Sahara’, Global Change, Peace & Security 27(3): 345-359.
    67. Randy Irwin. (2019) Derivative States: Property rights and claims-making in a non-self-governing territory. Thesis, Doctor of Philosophy, the New School for Social Research. pág. 79.
    68. Ibíd. p. 79.
    69. Grupos de discusión con el director y varios funcionarios públicos del Departamento de Energía de la RASD, campamento Rabuni en Tinduf, 7 de octubre de 2019.
    70. Para más información sobre los discursos oficiales nacionalistas saharauis sobre igualdad de género, véase Allan, J. (2010) ‘Imagining Saharawi women: the question of gender in POLISARIO discourse’, Journal of North African Studies 15(2): 189-202.
    71. Para más información sobre la necesidad de una transición justa feminista, véase Steinfort, L. (2018) ‘Ecofeminism: fueling the journey to energy democracy’. https://www.tni.org/en/article/ecofeminism-fueling-the-journey-to-energy-democracy [consultado el 13 de octubre de 2021].