Étiquette : Sahara Occidental

  • Compromiso de la ONU con el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación: un mensaje claro a Marruecos

    Etiquetas : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, autdeterminación,

    El representante del Frente Polisario ante Naciones Unidas y coordinador con la MINURSO, Sidi Mohamed Omar, afirmó el jueves que la afirmación por parte del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, del compromiso de Naciones Unidas a favor de la derecha del pueblo saharaui a la autodeterminación pretendía ser “un mensaje claro al Estado de ocupación marroquí”.

    Durante su reunión con el Presidente saharaui, el Secretario General del Frente Polisario, Brahim Ghali, Antonio Guterres afirmó el compromiso de la ONU con el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y la continuación de los esfuerzos para la implementación de este derecho de conformidad con Resoluciones de la ONU, esperando que los esfuerzos de su enviado personal, Staffan de Mistura, puedan acelerar el proceso de resolución de este conflicto que ha durado demasiado.

    En este sentido, el diplomático saharaui indicó a la Televisión Saharaui que “esta declaración del SG de la ONU es completamente normal, dado que el Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización incluida en la agenda de la Asamblea General de la ONU y sus comisiones especializadas, e interviene tras los intentos del Estado ocupante marroquí de imponer un hecho consumado en los territorios saharauis ocupados, con el pretexto de que el asunto está resuelto y que el expediente está cerrado+ a nivel de las Naciones Unidas”, informa la Agencia de Prensa Saharaui (SPS).

    Por tanto, la afirmación del Secretario General, considerado guardián de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, pretende ser un mensaje claro al Estado de ocupación marroquí de que, en primer lugar, « la organización internacional sigue apegada a la derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y, en segundo lugar, la fallida propuesta del Estado de ocupación y la apertura de “pseudo-antenas” de entidades extranjeras en los territorios saharauis ocupados, no modificarán en modo alguno el estatus de la región del Sáhara Occidental. como un territorio sujeto al proceso de descolonización auspiciado por Naciones Unidas”, argumentó.

    Cabe señalar que el presidente saharaui habló el pasado lunes en Nueva York con el secretario general de la ONU, en el marco del diálogo en curso entre la parte saharaui y la Secretaría General de las Naciones Unidas.

    Los debates celebrados en la sede de las Naciones Unidas se centraron en una serie de cuestiones de interés común, « entre ellas el estado y las perspectivas del proceso de paz patrocinado por las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental y los medios para relanzarlo, o el examen de las formas de acelerar la descolonización del Sáhara Occidental”, según la agencia SPS.

    APS

    #Marruecos #Sahara #Occidental #ONU #Autodeterminación #Staffan #Demistura

  • Estados Unidos redescubre los campamentos saharauis

    Etiquettes : Sahara Occidental, Marruecos, ONU, Estados Unidos, Staffan de Mistura, Antonio Guterres,

    Anticipándose a un nuevo orden internacional

    Chaabane BENSACI

    Durante décadas, el Reino de Marruecos ha invertido enormes sumas en un intento de desviar la cuestión saharaui, a pesar de las posiciones de la comunidad internacional. En los últimos meses ha quedado atrapado en la historia y el enviado personal del secretario general de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, realizó finalmente una visita de trabajo y de inspección a los territorios saharauis, a pesar de los habituales obstáculos y maniobras de la ocupación marroquí. Dos años después de su nombramiento, ha dado así un paso importante en la dirección correcta y, a pesar de los resultados de su reunión con el MAE marroquí Nasser Bourita, lo cierto es que la situación ya no es la que prevalecía hasta esta visita, como se esperaba.

    Además de plantear claramente la cuestión de un paso necesario para resolver el problema de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades de la ONU, también subraya la no menos esencial adaptación del papel y de la acción de la Minurso, encargada como indica su epónimo, de organizar un referéndum sobre la autodeterminación. Se trata, y el desafío es imperativo, de rehabilitar este organismo de las Naciones Unidas en sus prerrogativas coherentes con las de todas las organizaciones similares en materia de seguimiento de las violaciones de los derechos humanos en los territorios saharauis ocupados. Además de la visita de De Mistura, el encuentro entre el presidente de la RASD, Brahim Ghali, y Antonio Guterres, SG de la ONU, supone también un hito en el proceso.

    Más allá del desafío del reino marroquí, la comunidad internacional está demostrando, a través de este progreso, que tiene la intención de salir del estancamiento. Si una potencia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha conseguido durante años bloquear dicho proceso, ha llegado el momento de que las demás, también miembros permanentes del mismo Consejo, exijan que se respeten los legítimos derechos de los saharauis. La novedad proviene del nuevo papel de Estados Unidos, tibio desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca tras la decisión imprudente de Donald Trump a cambio de una normalización con el Estado sionista. Washington tomó nota de los trastornos en la escena internacional, del creciente papel de África que exige el lugar que le corresponde en el tablero de ajedrez y del inevitable surgimiento de un nuevo orden mundial. Pragmáticos, Estados Unidos mira, hoy, al continente africano con un oportuno interés.

    L’Expression, 12/09/2023

    #Sahara #Occidental #Maroc #ONU #EtatsUnis #RASD #MINURSO #StaffanDeMistura

  • La cuestión del Sáhara Occidental y las posiciones internacionales divergentes

    Etiquetas : Sahara occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, Argelia, descolonización,

    2023-09-11 por SAKHRI Mohamed

    El territorio en disputa del Sáhara Occidental representa uno de los conflictos geopolíticos no resueltos más prolongados del mundo, que dura más de 40 años desde la administración colonial de España con Drew en 1975.[1] Las reivindicaciones conflictivas de Marruecos y la resistencia indígena saharaui del Frente Polisario complican las cuestiones de soberanía. El estancamiento persiste a pesar de los esfuerzos de resolución de las Naciones Unidas. Las posiciones internacionales siguen siendo divergentes y las ambigüedades jurídicas permiten distintas interpretaciones. Este artículo analizará los antecedentes históricos, los partidos clave, los acuerdos fallidos, los argumentos legales, las implicaciones extranjeras y las perspectivas de resolución del intratable período del Sáhara Occidental.

    Antecedentes

    El Sáhara Occidental ocupa una región costera atlántica desértica de 266.000 kilómetros cuadrados que limita con Marruecos, Mauritania y Argelia.[2] La población indígena saharaui practicaba tradicionalmente estilos de vida nómadas. La colonización española comenzó en 1885 y duró hasta mediados de los años 1970. Mientras España se preparaba para partir, tanto Marruecos como el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), que buscaba la independencia, buscaron el control.

    Marruecos basó sus reclamaciones en vínculos históricos anteriores al dominio español. En 1975, la Corte Internacional de Justicia afirmó algunos vínculos tribales saharauis con la monarquía de Marruecos, pero encontró que sus interrelaciones no constituían soberanía.[3] Sin embargo, el tribunal también rechazó las reclamaciones de nacionalidad del Polisario. Al prevalecer la ambigüedad jurídica, Marruecos tomó el control de la mayor parte del área en disputa. Esto provocó una insurgencia por parte del Polisario respaldado por Argelia y una huida masiva de refugiados.

    Mauritania se unió brevemente a Marruecos en la ocupación del Sáhara Occidental, antes de retirarse en 1979. Luego, Marruecos anexó todo el territorio, construyendo fortificaciones militares contra los rebeldes del Polisario.[4] En 1991 se acordó un alto el fuego, a la espera de un referéndum de independencia. Pero la votación se estancó repetidamente en medio de disputas sobre las reglas de elegibilidad de los votantes sesgadas a favor de ambas partes. La misión de mantenimiento de la paz de la ONU, MINURSO, sigue desplegada para monitorear el alto el fuego y los campos de refugiados. Sin embargo, en general, el estancamiento persiste.

    Partes y posiciones clave

    Marruecos

    Marruecos considera el Sáhara Occidental una provincia integral del sur bajo control soberano desde la época precolonial. La dinastía alauita gobernante defiende afirmaciones históricas para solidificar su legitimidad.[5] Marruecos ha ofrecido autonomía bajo su gobierno, pero se resiste firmemente a una independencia total o incluso a un referéndum con esa opción. En lugar de ello, Rabat continúa afianzando el control económico y social sobre la zona, con la esperanza de forzar la aceptación de su soberanía como un hecho consumado.[6] Esto frustra al Polisario y a sus partidarios. Pero muchos observadores ven una eventual absorción marroquí como la única solución realista.

    Frente Polisario

    El Frente Polisario surgió en 1973 como un movimiento nacionalista que exigía la independencia saharaui. Sus fuerzas guerrilleras lucharon contra Marruecos y Mauritania, con la ayuda de Argelia, donde muchos refugiados saharauis siguen acampados. El grupo rebelde se posiciona como el único representante legítimo del pueblo saharaui. Sin embargo, su declive militar lo obligó a aceptar el alto el fuego de la década de 1990 y buscar un referéndum.[7] Pero las maniobras sobre las listas de votantes bloquearon los votos, dejando al Polisario debilitado pero aún oponiéndose al control marroquí o a las ofertas de autonomía limitada. La mayoría de los miembros exigen una República Árabe Saharaui Democrática totalmente independiente. Algunos analistas sostienen que la intransigencia del Polisario socava los avances realistas.

    Argelia

    Argelia defiende activamente a su aliado Polisario como un medio para contrarrestar a su rival Marruecos. La lucha por la independencia poscolonial del Sáhara Occidental resuena con la propia historia de Argelia. Argelia respalda financieramente los campos de refugiados saharauis y reconoce diplomáticamente a la República Árabe Saharaui Democrática. Este alineamiento con el Polisario también expande la influencia argelina en el norte de África y el Sahel. Pero algunas críticas sugieren que Argelia utiliza el conflicto intratable para socavar a Marruecos y al mismo tiempo evitar rendir cuentas por la falta de progreso.[8] Resolver el Sáhara Occidental eliminaría un pilar clave de la política regional argelina.

    Mauritania

    Mauritania se unió originalmente a Marruecos en la invasión del Sáhara Occidental en 1975, ya que también reclamó partes del área. Pero la derrota militar provocó la retirada de Mauritania en 1979, tras lo cual reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática. Los lazos con Marruecos se deterioraron. Sin embargo, desde entonces Mauritania ha adoptado una postura más neutral a la hora de resolver el territorio en disputa, buscando equilibrar las relaciones regionales. Sigue involucrado en las conversaciones en curso de la ONU, pero sin respaldar firmemente a ninguna de las partes. Mauritania da prioridad a la estabilización de la seguridad y el comercio del norte de África.

    Naciones Unidas

    La ONU ha intentado desde 1991 mediar en un referéndum de independencia para el Sáhara Occidental y mantener el alto el fuego. Pero se relaciona con la cooperación voluntaria de las partes en conflicto que conservan la autoridad para tomar decisiones. Marruecos tiene influencia para obstruir la votación disputando las listas de votantes. Algunos critican la pasividad de la ONU y su incapacidad para hacer cumplir sus mandatos. Pero las opciones son limitadas a falta de voluntad política de los actores clave. El enfoque de mantenimiento de la paz de la MINURSO también genera críticas por congelar en lugar de resolver la dinámica del conflicto.[9] La credibilidad de la ONU se debilita a medida que la disputa de la era colonial persiste sin resolverse.

    Estados Unidos

    Históricamente, Estados Unidos apoyó oficialmente los esfuerzos liderados por la ONU en la cuestión del Sáhara Occidental. Pero recientemente Washington ha respaldado discretamente el plan de autonomía de Marruecos, aunque ya no pide un Estado saharaui independiente.[10] Esto se alinea con una política más amplia de Estados Unidos que valora la seguridad regional y la cooperación antiterrorista con Marruecos. Sin embargo, revertir el enfoque de larga data de la ONU daña la credibilidad de Estados Unidos. Los aliados europeos y la Unión Africana mantienen en gran medida un mayor apoyo a la autodeterminación.

    España

    Como antigua potencia colonial, España reivindica un papel continuo de apoyo al proceso de paz de la ONU. Pero algunos critican a España por abandonar abruptamente el territorio en 1975 sin establecer un proceso de transición ordenado. Consideraciones políticas internas llevaron a Madrid a retirarse apresuradamente en lugar de arbitrar cuidadosamente entre partidos o garantizar un referéndum creíble.[11] España también sigue obligada a equilibrar las relaciones con Marruecos y Argelia en cuestiones como la migración y la energía. Resolver el legado colonial en el Sáhara Occidental escapa a soluciones fáciles para Madrid.

    Propuestas de acuerdo fallidas

    El Plan de Acuerdo de la ONU

    El Plan de Acuerdo de la ONU de 1991 propuso una transición hacia un referéndum sobre la independencia o la integración con Marruecos. Pero los retrasos en el alto el fuego permitieron el afianzamiento de Marruecos, mientras que el tiempo erosionó la capacidad del Polisario para movilizar la resistencia. Los desacuerdos sobre la elegibilidad de los votantes obstaculizaron la votación, aunque más de 80 países reconocen los derechos saharauis a la autodeterminación.[12]

    El plan de autonomía de Marruecos

    En 2007, Marruecos ofreció un plan para una autonomía limitada del Sáhara Occidental conservando al mismo tiempo la soberanía. Pero el Polisario insiste en la independencia total. Argumentan que la autonomía no ofrece suficiente control local sobre los recursos, la seguridad y las relaciones exteriores. Los estados vecinos también temen que la autonomía pueda desestabilizar la política étnica regional.[13]

    Acuerdo marco respaldado por Estados Unidos

    En 2020, la administración Trump apoyó una propuesta marroquí basada en la soberanía que implicaba una autonomía limitada y posiciones de liderazgo saharaui. Pero el Polisario y Argelia protestaron porque la ONU abandonara los principios de autodeterminación. El acuerdo sigue estancado a pesar del reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental para fomentar su aceptación.[14]

    Propuestas de la Tercera Vía

    Algunos observadores proponen compromisos como una entidad saharaui en libre asociación con Marruecos, poder compartido o autonomía transitoria que conduzca a una eventual votación de independencia. Pero las brechas siguen siendo amplias entre las posiciones maximalistas de ambos lados. También es necesario fortalecer los mecanismos de aplicación y las salvaguardias para lograr futuros acuerdos creíbles[15].

    Ambigüedades legales intratables

    Interpretaciones textuales

    Los defensores del referéndum insisten en que el Plan de Acuerdo original de 1991 y las normas de autodeterminación poscolonial todavía obligan legalmente a votar con la independencia como opción. Pero Marruecos argumenta que las resoluciones posteriores del Consejo de Seguridad se refieren sólo genéricamente a resolver la disputa y reemplazan ese mandato específico. Esto deja espacio para soluciones alternativas basadas en la soberanía marroquí.[16]

    Lazos precoloniales

    Marruecos destaca las conclusiones de la CIJ que validan algunos vínculos precoloniales entre las tribus saharauis y el sultanato marroquí. Pero la misma opinión rechazó esos vínculos por considerar que establecían una soberanía total. En cambio, el Polisario enfatiza las tradiciones de autogobierno saharaui hasta que sean interrumpidas por la colonización española. Las relaciones de poder precoloniales no logran resolver claramente la disputa territorial moderna.[17]

    Derechos sobre recursos

    El acceso a la pesca y a los posibles depósitos de petróleo en alta mar aumentan los riesgos económicos del conflicto. Marruecos se beneficia del acceso y las inversiones existentes al ignorar las reclamaciones de recursos del Polisario. Pero los principios del derecho internacional no favorecen el uso de la fuerza para privar a los habitantes de sus derechos sobre los recursos sin consentimiento. Esto añade ambigüedad a la gestión de la riqueza natural del Sáhara Occidental.[18]

    Dimensiones humanitarias

    El prolongado conflicto y la situación de los refugiados crean un sufrimiento significativo que a menudo las partes centradas en disputas de soberanía pasan por alto. Los defensores de los derechos humanos exigen una mayor prioridad para las necesidades sociales, económicas y humanitarias de los civiles y refugiados saharauis atrapados en un estancamiento político.[19] Pero el diálogo sigue estancado a pesar de los costos para las poblaciones vulnerables.

    Principios de fuerza y ​​consentimiento

    Persisten tensiones fundamentales entre el derecho del Sáhara Occidental a la autodeterminación y la realidad del control marroquí. Los partidarios de la independencia sostienen que la integridad territorial no puede alterarse legalmente por la fuerza. Pero Marruecos y los defensores de la autonomía argumentan que después de décadas, en algún momento los requisitos prácticos requieren el reconocimiento del control de facto, o bien incentivos para comprometerse y debilitarse.[20] Priorizar los principios frente a la estabilidad no deja respuestas fáciles.

    Política de reconocimiento diplomático

    La mayoría de las naciones reconocen el derecho del Sáhara Occidental a la autodeterminación, pero las posturas prácticas varían.[21] Los miembros de la Unión Africana respaldan firmemente la independencia y consideran que la descolonización es incompleta. En contraste, Francia y Rusia otorgan una mayor legitimación a los reclamos de Marruecos en la búsqueda de vínculos estratégicos. La política estadounidense se ha inclinado más favorablemente hacia el control marroquí. Estas divisiones impiden la mensajería internacional unificada necesaria para lograr avances.

    Nuevos riesgos de conflicto

    La frustración por cuarenta años de diplomacia estancada corre el riesgo de aumentar si las negociaciones permanecen congeladas. Parece poco probable que Marruecos renuncie al control territorial. Pero un retorno al conflicto abierto podría generar una inestabilidad regional más amplia. Los refugiados saharauis ven cada vez más desvanecerse sus esperanzas de independencia. Las facciones militantes pueden decidir que la lucha armada es el único camino que les queda.[22] La violencia sacrificaría décadas de frágil progreso. Todas las partes deben reevaluar sus posiciones arraigadas para permitir un compromiso realista.

    Conclusión

    El conflicto del Sáhara Occidental ha persistido a lo largo de generaciones con compromisos políticos a pesar de los repetidos intentos. Los desafíos incluyen superar las ambigüedades legales, reconciliar las dinámicas de poder regionales, abordar las necesidades humanitarias y basar el diálogo en los intereses contemporáneos de las sociedades en lugar de en rígidas afirmaciones históricas. No hay respuestas fáciles. Pero la diplomacia creativa y el coraje político centrados en el bienestar de la población saharaui ofrecen las mejores esperanzas después de tantos años a la deriva. Todas las partes deberían reflexionar sobre los costos de la intransigencia y renovar un compromiso significativo hacia un futuro compartido.

    Referencias:
    [1] Zoubir, YH y Pazzanita, AG (1995). El fracaso de las Naciones Unidas a la hora de resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Diario de Oriente Medio, 614-628.

    [2] Shelley, T. (2004). Fin del juego en el Sáhara Occidental: ¿Qué futuro le espera a la última colonia de África? Libros Zed.

    [3] Corte Internacional de Justicia. (1975). Opinión Consultiva del Sáhara Occidental. Informes de la CIJ.

    [4] Noticias de la BBC. (2020). Perfil del Sáhara Occidental. https://www.bbc.com/news/world-africa-14115273

    [5] Slyomovics, S. (2005). Sáhara Occidental y Marruecos: historias de puesta en escena, estrategias de memoria. Revista Digital Cultura e Historia, 4(2).

    [6] Theofilopoulou, A. (2019). Naciones Unidas-Sáhara Occidental: un asunto sin fin. Instituto de Paz de los Estados Unidos.

    [7] Zunes, S. y Mundy, J. (2010). Sáhara Occidental: guerra, nacionalismo e irresolución del conflicto. Prensa de la Universidad de Siracusa.

    [8] Mehdi, T. (2002). Sáhara Occidental bajo control del Polisario. Revisión de la economía política africana, 29(91), 291-300.

    [9] Ramos-Horta, J. (2019). El funcionamiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el conflicto del Sáhara Occidental. Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar.

    [10] Theofilopoulou, A. (2021). Estados Unidos reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental: implicaciones. Instituto de Paz de los Estados Unidos.

    [11] Barreñada, I. (2020). El papel de España en el conflicto del Sáhara Occidental. E-Relaciones Internacionales.

    [12] Jensen, E. (2005). Sáhara Occidental: anatomía de un punto muerto. Editores Lynne Rienner.

    [13] Grupo Internacional de Crisis. (2007). Sáhara Occidental: el coste del conflicto. Informe sobre Oriente Medio y África del Norte 65.

    [14] Casa Blanca. (2020). El apoyo del presidente Donald J. Trump a la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos. https://trumpwhitehouse.archives.gov/briefings-statements/president-donald-j-trumps-support-moroccos-serious-credible-realistic-autonomy-proposal/

    [15] Grupo Internacional de Crisis. (2018). Sahara Occidental: nueva luz en una vieja caja. Informe Oriente Medio/África del Norte 236.

    [16] Riedel, U. (2011). En busca de la estadidad: la política de soberanía marroquí y el conflicto del Sáhara Occidental. La Revista de Estudios del Norte de África, 16(4), 575-590.

    [17] San Martín, P. (2010). Nacionalismo, identidad y ciudadanía en el Sáhara Occidental. La Revista de Estudios del Norte de África, 15(4), 565-592.

    [18] Hagen, R. (2016). Mapas contra la autonomía: autodeterminación del Sáhara Occidental. Revista de Derecho Internacional de Leiden, 29(4), 1021-1039.

    [19] Fiddian-Qasmiyeh, E. (2011). Desplazamiento saharaui prolongado: desafíos y oportunidades más allá del campamento. Centro de Estudios sobre Refugiados.

    [20] Zoubir, Y. y Benabdallah-Gambier, K. (2005). Estados Unidos y el embrollo del norte de África: equilibrio de intereses en Argelia, Marruecos y el Sáhara Occidental. Política mediterránea, 10(2), 181-202.

    [21] Barreñada, I. (2016). La política de la indiferencia: la Unión Europea y el reconocimiento simbólico del Sáhara Occidental. La Revista de Estudios del Norte de África, 21(4), 626-643.

    [22] Grupo Internacional de Crisis. (2021). Sanar la ruptura a medida que crece el riesgo de guerra en el Sáhara Occidental. Informe de Oriente Medio y África del Norte 236.

    Fuente

    #Sahara #Occidental #Marruecos #Polisario #Argelia #ONU #Descolonizacion

  • La question du Sahara occidental et les positions internationales divergentes

    Etiquettes : Sahara occidental, front Polisario, Maroc, Algérie, ONU, décolonisation,

    SAKHRI Mohamed

    Le territoire contesté du Sahara occidental représente l’un des conflits géopolitiques non résolus les plus longs au monde, qui dure depuis plus de 40 ans depuis que l’Espagne a retiré son administration coloniale en 1975.[1] Les revendications contradictoires du Maroc et de la résistance autochtone du Front Polisario sahraoui compliquent les questions de souveraineté. L’impasse persiste malgré les efforts d’engagement des Nations Unies. Les positions internationales restent divergentes, les ambiguïtés juridiques permettant diverses interprétations. Cet article analysera le contexte historique, les principales parties, les échecs des règlements, les arguments juridiques, les implications étrangères et les perspectives de résolution du dilemme insoluble du Sahara occidental.

    Arrière-plan
    Le Sahara occidental occupe une région côtière désertique de l’Atlantique de 266 000 kilomètres carrés bordant le Maroc, la Mauritanie et l’Algérie.[2] La population autochtone sahraouie pratiquait traditionnellement un mode de vie nomade. La colonisation espagnole a commencé en 1885 et a duré jusqu’au milieu des années 1970. Alors que l’Espagne se préparait à partir, le Maroc et le Front Polisario (Front populaire de libération de Saguia el-Hamra et du Río de Oro) en quête d’indépendance cherchaient à prendre le contrôle du pays.

    Le Maroc fonde ses revendications sur des liens historiques antérieurs à la domination espagnole. En 1975, la Cour internationale de Justice a confirmé certains liens tribaux sahraouis avec la monarchie marocaine, mais a estimé que leurs relations ne constituaient pas une souveraineté.[3] Cependant, le tribunal a également rejeté les revendications du Polisario en matière de nationalité. Face à l’ambiguïté juridique qui régnait, le Maroc a pris le contrôle de la majeure partie de la zone contestée. Cela a déclenché une insurrection du Polisario soutenu par l’Algérie et une fuite massive de réfugiés.

    La Mauritanie a brièvement rejoint le Maroc dans l’occupation du Sahara occidental, avant de se retirer en 1979. Le Maroc a ensuite annexé l’ensemble du territoire, construisant des fortifications militaires contre les rebelles du Polisario.[4] Un cessez-le-feu a été conclu en 1991, en attendant un référendum sur l’indépendance. Mais le vote a été bloqué à plusieurs reprises en raison de querelles sur les règles d’éligibilité des électeurs, biaisées en faveur des deux côtés. La mission de maintien de la paix de l’ONU, la MINURSO, reste déployée pour surveiller le cessez-le-feu et les camps de réfugiés. Mais dans l’ensemble, l’impasse persiste.

    LES PARTIES

    Le Maroc

    Le Maroc considère le Sahara occidental comme une province méridionale intégrale sous contrôle souverain depuis l’époque précoloniale. La dynastie alaouite au pouvoir épouse des revendications historiques pour consolider sa légitimité.[5] Le Maroc a offert l’autonomie sous son règne, mais s’oppose fermement à une indépendance pure et simple ou même à un référendum avec cette option. Au lieu de cela, Rabat continue de renforcer son contrôle économique et social sur la région, dans l’espoir de forcer l’acceptation de sa souveraineté comme un fait accompli.[6] Cela frustre le Polisario et ses partisans. Mais de nombreux observateurs considèrent une éventuelle absorption marocaine comme la seule solution réaliste.

    Le Front Polisario

    Le Front Polisario est apparu en 1973 comme un mouvement nationaliste réclamant l’indépendance sahraouie. Ses forces de guérilla ont combattu le Maroc et la Mauritanie, aidées par l’Algérie, où de nombreux réfugiés sahraouis restent campés. Le groupe rebelle se positionne comme le seul représentant légitime du peuple sahraoui. Cependant, sa fortune militaire déclinante l’a contraint à accepter le cessez-le-feu des années 1990 et à organiser un référendum.[7] Mais les manœuvres sur les listes électorales ont bloqué les votes, laissant le Polisario affaibli tout en restant opposé au contrôle marocain ou aux offres limitées d’autonomie. La plupart des membres réclament une République arabe sahraouie démocratique totalement indépendante. Certains analystes estiment que l’intransigeance du Polisario compromet les avancées réalistes.

    L’Algérie

    L’Algérie défend activement son allié Polisario comme moyen de contrebalancer son rival marocain. La lutte pour l’indépendance postcoloniale du Sahara occidental résonne avec la propre histoire de l’Algérie. L’Algérie soutient financièrement les camps de réfugiés sahraouis et reconnaît diplomatiquement la République arabe sahraouie démocratique. Cet alignement avec le Polisario étend également l’influence algérienne à toute l’Afrique du Nord et au Sahel. Mais certaines critiques suggèrent que l’Algérie utilise ce conflit insoluble pour affaiblir le Maroc tout en évitant de rendre des comptes pour l’absence de progrès.[8] La résolution du Sahara occidental supprimerait un pilier clé de la politique régionale algérienne.

    La Mauritanie

    La Mauritanie a initialement rejoint le Maroc lors de l’invasion du Sahara occidental en 1975, car elle revendiquait également des parties de la région. Mais la défaite militaire a conduit au retrait de la Mauritanie en 1979, après quoi elle a reconnu la République arabe sahraouie démocratique. Les liens avec le Maroc se sont détériorés. Cependant, la Mauritanie a depuis adopté une position plus neutre quant à la résolution du conflit territorial, cherchant à équilibrer les relations régionales. Il reste impliqué dans les négociations en cours à l’ONU, mais sans soutenir fermement aucune des parties. La Mauritanie donne la priorité à la stabilisation de la sécurité et du commerce en Afrique du Nord.

    Les Nations Unies

    L’ONU s’efforce depuis 1991 d’organiser un référendum sur l’indépendance du Sahara occidental et de maintenir le cessez-le-feu. Mais cela repose sur la coopération volontaire des parties en conflit qui conservent le pouvoir de décision. Le Maroc dispose d’un levier pour entraver le vote en contestant les listes électorales. Certains critiquent la passivité de l’ONU et son incapacité à faire respecter ses mandats. Mais les options sont limitées en l’absence de volonté politique de la part des principaux acteurs. L’approche de maintien de la paix de la MINURSO suscite également des critiques parce qu’elle gèle plutôt que résout la dynamique du conflit.[9] La crédibilité de l’ONU est affaiblie alors que le conflit de l’ère coloniale persiste et n’est pas résolu.

    Les États-Unis

    Historiquement, les États-Unis ont officiellement soutenu les efforts menés par l’ONU sur la question du Sahara occidental. Mais récemment, Washington a discrètement soutenu le plan d’autonomie du Maroc tout en renonçant à appeler à un État sahraoui indépendant.[10] Cela s’aligne sur la politique américaine plus large valorisant la sécurité régionale et la coopération antiterroriste avec le Maroc. Cependant, revenir sur l’approche adoptée de longue date par l’ONU nuit à la crédibilité des États-Unis. Les alliés européens et l’Union africaine conservent largement un soutien plus fort à l’autodétermination.

    L’Espagne

    En tant qu’ancienne puissance coloniale, l’Espagne revendique un rôle continu en soutenant le processus de paix de l’ONU. Mais certains reprochent à l’Espagne d’avoir brusquement abandonné le territoire en 1975, sans établir un processus de transition ordonné. Des considérations de politique intérieure ont conduit Madrid à se désengager précipitamment plutôt que d’arbitrer soigneusement entre les partis ou d’assurer un référendum crédible.[11] L’Espagne reste également obligée d’équilibrer ses relations avec le Maroc et l’Algérie sur des questions telles que la migration et l’énergie. Résoudre l’héritage colonial au Sahara occidental échappe aux solutions faciles pour Madrid.

    Propositions de règlement échouées

    Le Plan de paix de l’ONU

    Le Plan de règlement des Nations Unies de 1991 proposait une transition vers un référendum sur l’indépendance ou l’intégration avec le Maroc. Mais les retards dans le cessez-le-feu ont permis au Maroc de se retrancher tandis que le temps a érodé la capacité du Polisario à mobiliser la résistance. Les désaccords sur l’éligibilité des électeurs ont bloqué le vote, même si plus de 80 pays reconnaissent le droit des Sahraouis à l’autodétermination.[12]

    Le plan d’autonomie du Maroc

    En 2007, le Maroc a proposé un plan d’autonomie limitée au Sahara occidental tout en conservant sa souveraineté. Mais le Polisario insiste sur une indépendance totale. Ils soutiennent que l’autonomie n’offre pas un contrôle local suffisant sur les ressources, la sécurité et les relations extérieures. Les États voisins craignent également que l’autonomie ne déstabilise la politique ethnique régionale.[13]

    Accord-cadre soutenu par les États-Unis

    En 2020, l’administration Trump a soutenu une proposition marocaine fondée sur la souveraineté, impliquant une autonomie limitée et des positions de leadership sahraouis. Mais le Polisario et l’Algérie ont protesté contre l’abandon par l’ONU des principes d’autodétermination. L’accord reste au point mort malgré la reconnaissance par les États-Unis de la souveraineté marocaine sur le Sahara occidental pour inciter à l’acceptation.[14]

    Propositions de troisième voie

    Certains observateurs proposent des compromis comme une entité sahraouie en libre association avec le Maroc, le partage du pouvoir ou une autonomie transitionnelle menant à un éventuel vote pour l’indépendance. Mais les écarts restent importants entre les positions maximalistes des deux côtés. Les mécanismes d’application et les garanties doivent également être renforcés pour permettre des règlements futurs crédibles.[15]

    Ambiguïtés juridiques insolubles

    Interprétations textuelles

    Les partisans du référendum insistent sur le fait que le plan de règlement original de 1991 et les normes d’autodétermination postcoloniale imposent toujours légalement un vote avec l’indépendance comme option. Mais le Maroc fait valoir que les résolutions ultérieures du Conseil de sécurité se référant uniquement de manière générique à la résolution du différend remplacent ce mandat spécifique. Cela laisse de la place à des solutions alternatives basées sur la souveraineté marocaine.[16]

    Liens précoloniaux

    Le Maroc met en avant les conclusions de la CIJ validant certains liens précoloniaux entre les tribus sahraouies et le sultanat marocain. Mais le même avis rejetait ces liens comme établissant la pleine souveraineté. Le Polisario met plutôt l’accent sur les traditions d’autonomie sahraouie jusqu’à ce qu’elles soient perturbées par la colonisation espagnole. Les relations de pouvoir précoloniales ne parviennent pas à résoudre clairement le conflit territorial moderne.[17]

    Droits sur les ressources

    L’accès aux pêcheries et aux potentiels gisements pétroliers offshore accroît les enjeux économiques du conflit. Le Maroc profite de l’accès et des investissements existants en ignorant les revendications du Polisario sur les ressources. Mais les principes du droit international déconseillent le recours à la force pour priver les habitants de leurs droits aux ressources sans leur consentement. Cela ajoute à l’ambiguïté quant à la gestion des richesses naturelles du Sahara occidental.[18]

    Dimensions humanitaires

    Le conflit prolongé et la situation des réfugiés créent des souffrances considérables, souvent négligées par les parties focalisées sur les conflits de souveraineté. Les défenseurs des droits de l’homme exigent une plus grande priorité pour les besoins sociaux, économiques et humanitaires des civils et des réfugiés sahraouis pris dans l’impasse politique.[19] Mais le dialogue reste au point mort malgré les coûts pour les populations vulnérables.

    Principes de force et de consentement

    Des tensions fondamentales persistent entre le droit du Sahara occidental à l’autodétermination et la réalité du contrôle marocain. Les partisans de l’indépendance soutiennent que l’intégrité territoriale ne peut légalement être modifiée par la force. Mais le Maroc et les partisans de l’autonomie soutiennent qu’après des décennies, les exigences pratiques nécessitent à un moment donné de reconnaître un contrôle de facto, sinon les incitations au compromis s’affaiblissent.[20] Donner la priorité aux principes plutôt qu’à la stabilité ne laisse pas de réponses faciles.

    Politique de reconnaissance diplomatique

    La plupart des nations reconnaissent le droit du Sahara occidental à l’autodétermination, mais les positions pratiques varient.[21] Les membres de l’Union africaine soutiennent fermement l’indépendance, considérant la décolonisation comme incomplète. En revanche, la France et la Russie accordent une plus grande légitimité aux revendications du Maroc en faveur de liens stratégiques. La politique américaine a évolué plus favorablement vers un contrôle marocain. Ces divisions entravent l’uniformisation du message international nécessaire pour réaliser des progrès.

    Nouveaux risques de conflit

    La frustration résultant de quarante années de diplomatie au point mort risque de s’intensifier si les négociations restent gelées. Il semble peu probable que le Maroc abandonne son contrôle territorial. Mais un retour à un conflit ouvert pourrait générer une plus grande instabilité régionale. Les réfugiés sahraouis voient de plus en plus leurs espoirs d’indépendance s’évanouir. Les factions militantes pourraient décider que la lutte armée est la seule voie qui reste.[22] La violence sacrifierait des décennies de progrès fragiles. Toutes les parties doivent réévaluer leurs positions arrêtées pour parvenir à un compromis réaliste.

    Conclusion

    Le conflit du Sahara occidental a persisté au fil des générations, avec un compromis politique insaisissable malgré des tentatives répétées. Les défis consistent notamment à surmonter les ambiguïtés juridiques, à concilier les dynamiques de pouvoir régionales, à répondre aux besoins humanitaires et à fonder le dialogue sur les intérêts contemporains des sociétés plutôt que sur des revendications historiques rigides. Il n’y a pas de réponses faciles. Mais une diplomatie créative et un courage politique axés sur le bien-être des populations sahraouies offrent les meilleurs espoirs après tant d’années de dérive. Toutes les parties devraient réfléchir aux coûts de l’intransigeance et renouveler un engagement significatif en faveur d’un avenir commun.

    Les références:
    [1] Zoubir, YH et Pazzanita, AG (1995). L’échec des Nations Unies dans la résolution du conflit du Sahara occidental. Journal du Moyen-Orient, 614-628.

    [2] Shelley, T. (2004). Fin de partie au Sahara occidental : quel avenir pour la dernière colonie d’Afrique ? Livres Zed.


    [3] Cour internationale de Justice. (1975). Avis consultatif sur le Sahara occidental. Rapports de la CIJ.


    [4] Nouvelles de la BBC. (2020). Profil du Sahara occidental. https://www.bbc.com/news/world-africa-14115273

    [5] Slyomovics, S. (2005). Sahara occidental et Maroc : mises en scène d’histoires, stratégies de mémorisation. Journal numérique de culture et d’histoire, 4(2).

    [6] Théofilopoulou, A. (2019). Nations Unies – Sahara occidental : une affaire sans fin. Institut américain pour la paix.

    [7] Zunes, S. et Mundy, J. (2010). Sahara occidental : guerre, nationalisme et irrésolution des conflits. Presse universitaire de Syracuse.

    [8] Mehdi, T. (2002). Sahara occidental sous contrôle du Polisario. Revue de l’économie politique africaine, 29(91), 291-300.

    [9] Ramos-Horta, J. (2019). Le fonctionnement du Conseil de sécurité des Nations Unies dans le conflit du Sahara occidental. Académie Diplomatique du Pérou Javier Pérez de Cuellar.


    [10] Théofilopoulou, A. (2021). Les États-Unis reconnaissent la souveraineté du Maroc sur le Sahara occidental : implications. Institut américain pour la paix.

    [11] Barreñada, I. (2020). Le rôle de l’Espagne dans le conflit du Sahara occidental. E-Relations internationales.

    [12] Jensen, E. (2005). Sahara occidental : anatomie d’une impasse. Éditeurs Lynne Rienner.

    [13] Groupe de crise international. (2007). Sahara occidental : le coût du conflit. Rapport Moyen-Orient/Afrique du Nord 65.

    [14] Maison Blanche. (2020). Le soutien du président Donald J. Trump à la proposition d’autonomie sérieuse, crédible et réaliste du Maroc. https://trumpwhitehouse.archives.gov/briefings-statements/president-donald-j-trumps-support-moroccos-serious-credible-realistic-autonomy-proposal/

    [15] Groupe de crise international. (2018). Sahara occidental : une nouvelle lumière dans une vieille boîte. Rapport Moyen-Orient/Afrique du Nord 236.

    [16] Riedel, U. (2011). À la recherche d’un État : la politique de souveraineté marocaine et le conflit du Sahara occidental. Le Journal des études nord-africaines, 16(4), 575-590.

    [17] San Martin, P. (2010). Nationalisme, identité et citoyenneté au Sahara occidental. Le Journal des études nord-africaines, 15(4), 565-592.

    [18] Hagen, R. (2016). Cartes contre l’autonomie : autodétermination pour le Sahara occidental. Journal de Leiden de droit international, 29(4), 1021-1039.

    [19] Fiddian-Qasmiyeh, E. (2011). Déplacement sahraoui prolongé : défis et opportunités au-delà du campement. Centre d’études sur les réfugiés.


    [20] Zoubir, Y., & Benabdallah-Gambier, K. (2005). Les États-Unis et l’imbroglio nord-africain: équilibrer les intérêts en Algérie, au Maroc et au Sahara occidental. Politique méditerranéenne, 10(2), 181-202.

    [21] Barreñada, I. (2016). La politique de l’indifférence : l’Union européenne et la reconnaissance symbolique du Sahara occidental. Le Journal des études nord-africaines, 21(4), 626-643.

    [22] Groupe de crise international. (2021). Guérir la fracture alors que le risque de guerre au Sahara occidental augmente. Rapport Moyen-Orient et Afrique du Nord 236.

    Source

    #Sahara #Occidental #Maroc #Algérie #ONU

  • Sismo en Marruecos: Mohamed VI frente a las deficiencias de su país modelo

    Etiquetas : Marruecos, Mohamed VI, terremoto, sismo, El Haouz, Sahara Occidental, Argelia,

    El terremoto que golpeó al reino pone de manifiesto las áreas marginadas del desarrollo económico del país.

    « Cuando uno sale de Marrakech, tiene la sensación inmediata de regresar al pasado. Se siente que la distancia entre la ciudad y su hinterland no es solo de unos pocos kilómetros, sino de varias décadas… », cuenta Karim Boukhari, editor en jefe de la revista de historia Zamane y columnista en el sitio de noticias le360. « Hace unos meses, recorrí Al Haouz [el epicentro de la zona afectada]. Fui a un pueblo donde los habitantes tenían problemas con el agua potable. Sin embargo, el pueblo estaba frente a una magnífica represa… Ahí radica la paradoja de Marruecos ». En estas montañas del Alto Atlas, después de este nuevo temblor de tierra, solo quedan montones de piedras arcillosas de antaño. Y las oraciones de aquellos que quedan, en un país profundamente religioso donde predominan el islam y el rey.

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    El terremoto de magnitud 7 que sacudió la región de Al Haouz afectó tanto a zonas rurales extremadamente pobres como a las principales capitales turísticas del país, Agadir y especialmente Marrakech. « Los dos Marruecos están ahí », señala Pierre Vermeren, autor del libro « El Marruecos en 100 preguntas » (Tallandier) y profesor de historia en París I. Por un lado, un país deslumbrante, urbano, modernizado, vitrina del estatus de potencia regional deseado por Mohammed VI, monarca desde hace casi veinticinco años. Por otro lado, « zonas donde no hay nada, donde se debe recorrer al menos 100 kilómetros para acceder a un hospital. A menudo solo hay una carretera de acceso, y generalmente ha sido cortada por el terremoto », lamenta desde Rabat Omar Brousky, periodista y académico. Para Karim Boukhari, « los habitantes sienten un impulso de solidaridad nacional, que es sincero y hace mucho bien. Pero sus problemas son antiguos y se remontan mucho antes del terremoto. Haouz tiene un retraso en desarrollo, los douars y los pueblos sufrían en silencio mucho antes del terremoto ».

    En el cruce de estas dos realidades se encuentra el sentimiento común de orgullo nacional. Demostrado una vez más. El país, o más bien el rey, quiso demostrar su capacidad para hacer frente a la catástrofe, a veces suscitando incomprensión, especialmente en Francia. « Marruecos no quiere aparecer como un Estado sin recursos, como Haití o Bangladesh », comenta Omar Brousky. « El Estado marroquí no está en apuros, está en una situación en la que, a pesar de las dificultades, quiere mostrar, tal vez primero a sí mismo y a su población, que es capaz de salir adelante por sí solo o casi. Como un grande », confirma Karim Boukhari. Solo algunos países amigos pudieron enviar ayuda y suministros a una población extremadamente necesitada. « Principalmente monarquías », señala Pierre Vermeren. En Oriente Medio, Catar y los Emiratos Árabes Unidos. En Europa, España, que apoya el plan de Rabat para el Sáhara Occidental, y el Reino Unido, quizás desafiando a la Unión Europea, con la que el reino tiene diferencias.

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    ¿Tomó la decisión correcta el poder al ser selectivo en la elección de la ayuda, arriesgándose a dejar una sensación de abandono en la población, en este « Marruecos de abajo »? « El marroquí promedio se siente abandonado », opina Omar Brousky, bastante crítico sobre el relativo silencio del soberano en las horas posteriores al cataclismo, cuando se encontraba de viaje privado en París. ¿Esperaba la población ver desfilar a ministros? « Hay una regla no escrita que dice que el jefe de Estado debe ser el primero en ‘aparecer’ », aclara Karim Boukhari. Esta regla corresponde a una realidad: en caso de desastre o desgracia, la población reclama al rey, y a nadie más.

    Más allá de la respuesta inmediata al desastre, Mohammed VI será juzgado principalmente por su capacidad de reconstrucción rápida, tanto en la urgencia como a largo plazo. « Muy pronto, dado que habrá tormentas y lluvias de otoño, será necesario reubicar a estas cientos de miles de personas de manera más permanente para el invierno, y probablemente habrá un desafío de cooperación para Francia en esta segunda fase », señala Pierre Vermeren, quien cree que hay indicios de una posible reconciliación con Francia. Según el columnista Karim Boukhari, « en sentido figurado y literal, las carreteras de Haouz quizás sean demasiado estrechas y dañadas para permitir el paso de todos… Luego, en una segunda etapa, cuando se trate de reconstruir, rehabilitar, desconectar y desarrollar, tal vez encontremos empresas francesas ».

    Además, como el resto de la región, el reino está experimentando el impacto de la situación internacional: crisis energética, escasez, bajo crecimiento en Europa y, por lo tanto, escasa inversión. Sin embargo, en el centro de esta ecuación sigue siendo la cuestión del Sáhara Occidental. En cuanto a esta vasta zona desértica y disputada en el sur del país, las expectativas de Rabat son claras: o estás en el bando « amigo », mostrando apoyo al plan de autonomía para la región dentro de la soberanía marroquí, o perteneces al bando « enemigo », manteniendo buenas relaciones con Argelia, que respalda a los independentistas del Frente Polisario.

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    Después del caso de las escuchas de Pegasus, después de la guerra de visas, un nuevo capítulo de la relación franco-marroquí se está jugando en estos días. Desde Rabat, el mensaje parece claro. Si Francia quiere encontrar su lugar en el Marruecos posterior al terremoto, deberá jugar según las reglas establecidas por el rey.

    L’Express, 12/09/2023

    #Marruecos #MohamedVI #sismo #terremoto #modelo

  • Bloqueo de la ayuda francesa a Marruecos: Macron denuncia “controversias que no tienen razón de existir”

    Etiquetas : Marruecos, Francia, Mohamed VI, Emmanuel Macron, terremoto, Sahara Occidental,

    Emmanuel Macron denunció este martes 12 de septiembre « controversias que no tienen razón de existir » en la relación bilateral entre Francia y Marruecos , mientras que Rabat no ha aceptado hasta el momento la ayuda propuesta por París, tras el devastador terremoto en la región de Marrakech.

    « Corresponde obviamente a Su Majestad el Rey y al Gobierno de Marruecos, de manera plenamente soberana, organizar la ayuda internacional y, por tanto, estamos a disposición de su elección soberana », declaró el presidente francés en un vídeo en el discurso de publicó el pueblo marroquí en la red X (antes Twitter).

    “Esto es desde el primer segundo lo que hemos estado haciendo de manera completamente normal y por eso me gustaría que todas las controversias que vienen a dividir, que vienen a complicar las cosas en este momento que ya es tan trágico, pudieran callarse por respeto. para todos ”, añadió.

    Rabat anunció el domingo que había aceptado el apoyo de cuatro países (España, Gran Bretaña, Qatar y Emiratos Árabes Unidos), pero no solicitó la ayuda francesa, lo que suscitó inmediatamente muchas preguntas.

    Tensiones en torno al Sáhara Occidental

    Las relaciones entre Marruecos y Francia, antigua potencia colonial donde vive una importante diáspora marroquí, son tensas desde que Emmanuel Macron intentó acercarse a Argelia, que rompió sus relaciones diplomáticas con Rabat en 2021, acusada de “actos hostiles” .

    Marruecos también critica a Francia por no alinearse con Estados Unidos e Israel , que han reconocido el carácter « marroquí » del Sáhara Occidental , controlado en casi un 80% por Marruecos.

    « Estamos a vuestro lado, hoy y mañana « , declaró el presidente francés a los marroquíes. París anunció una ayuda de cinco millones de euros para las ONG presentes en el país y que contribuyan a las labores de socorro.

    « Estaremos allí a largo plazo a nivel humanitario, a nivel médico, para la reconstrucción, para la ayuda cultural y patrimonial, en todos los ámbitos en los que el pueblo marroquí y sus autoridades consideren que somos útiles », afirmó.

    Bloqueo de la ayuda francesa a Marruecos: Macron denuncia “controversias que no tienen razón de existir”

    #Marruecos #Francia #Macron #MohamedVI #Sahara #Occidental #sismo #Ayuda #Terremoto #Argelia

  • Francia intenta poner fin a la polémica sobre las ayudas a Marruecos

    Etiquetas : Francia, Marruecos, Sahara Occidental, Emmanuel Macron, Pegasus,

    París dice que corresponde a Marruecos pedir ayuda a Francia para hacer frente a las consecuencias del terremoto más mortífero en más de un siglo y que Francia está dispuesta a ayudar si se la solicita.

    París y Rabat han tenido relaciones difíciles en los últimos años, particularmente por la cuestión del Sáhara Occidental, que Marruecos quiere que Francia reconozca como marroquí. Marruecos no tiene un enviado en París desde enero.

    « Es una polémica fuera de lugar », dijo Catherine Colonna a la televisión BFM cuando se le preguntó por qué Marruecos no había hecho una solicitud oficial de ayuda urgente a París, a pesar de haber aceptado la solicitud de ayuda de España, Gran Bretaña, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

    « Estamos dispuestos a ayudar a Marruecos. Es una decisión soberana de Marruecos y le corresponde a él decidir », declaró.

    París ha liberado 5 millones de euros (5,4 millones de dólares) para organizaciones no gubernamentales que operan en Marruecos, dijo Colonna.

    Los funcionarios franceses han tratado repetidamente de restar importancia a cualquier desacuerdo entre los dos países, pero una visita del presidente Emmanuel Macron se pospuso repetidamente durante el año pasado.

    El rey Mohammed VI de Marruecos estaba en Francia cuando se produjo el terremoto, dijo la señora Colonna.

    El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo a France 2 el lunes que Rabat, una nación « fraternal », tenía la capacidad de hacer frente a los esfuerzos de rescate por sí sola.

    Francia busca mejorar las relaciones con Argelia, el archirrival de Marruecos y otra ex colonia de París. Argel apoya al Frente Polisario, un grupo que lleva décadas luchando por la independencia del Sáhara Occidental.

    Francia tenía más de 51.000 personas viviendo en Marruecos, según cifras del Ministerio de Asuntos Exteriores. Según el Observatorio de Inmigración y Demografía, Francia tiene una diáspora marroquí de alrededor de 1,5 millones de personas, de las cuales 670.000 tienen doble nacionalidad.

  • Partidos progresistas de Perú contra ruptura de relación con la RASD

    Etiquetas : Perú, Sahara Occidental, RASD, Marruecos, partidos progresistas perúanos,

    Lima, 10 sep (Prensa Latina) Siete partidos peruanos rechazaron la decisión gubernamental de romper relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y señalaron que la medida contradice la tradición anticolonialista de la política exterior de este país.

    Un documento conjunto en tal sentido fue suscrito por los partidos Comunista Peruano (PCP) y Comunista – Patria Roja (PCP – PR), Perú Libre, Pueblo Unido, Socialista, Del Pueblo y Humanista.

    La declaración consigna la solidaridad de las organizaciones firmantes con la RASD y su rechazo a la Cancillería y al Gobierno por la decisión que sostienen, ha sido promovida por lo que llaman “lobby (cabildeo) marroquí, en alusión a políticos y comunicadores que apoyan a Marruecos, país ocupante del territorio saharaui.

    Destaca que la RASD cuenta con gran apoyo internacional, participa en el bloque Brics+ de potencias y países emergentes que toma su nombre de las iniciales de sus fundadores, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y es miembro fundador de la Unión Africana.

    Califica como lamentable “la pérdida de credibilidad y coherencia de la politica exterior peruana, ya que es la tercera vez que el Perú suspende sus relaciones con la RASD”, la última el año pasado, cuando las rompió el efímero canciller Miguel Rodríguez MacKay, “para favorecer intereses personales pro marroquíes” según el comunicado. Anota el hecho de que ese exministro es asesor de la congresista de derecha extrema Patricia Chirinos, quien, agrega, el 21 de agosto envió una carta a la presidenta Dina Boluarte en la que le plantea que rompa relaciones con la RASD.

    El pronunciamiento deplora que las relaciones exteriores de Perú, otrora reconocidas por su alto nivel, “ahora terminan manejadas por ‘lobistas’ y resultan siendo insensatas, incoherentes”.

    Los partidos progresistas afirman además que esa política “privilegia las relaciones con la monarquía marroquí, cediendo así a las presionas más conservadoras y coloniales” del país y del exterior.

    Sostienen que Marruecos es una monarquía que no aporta nada a Perú y mantiene un pueblo empobrecido y oprimido, sin libertades ni derechos humanos y endeudado por el empeño de su gobierno de mantener la ocupación del territorio saharaui, la última colonia en África.

    “Abogaremos ahora y siempre por el restabecimiento de las relaciones con el pueblo y la República Árabe Saharaui Democrática”, agregan.

    Prensa Latina, 10/09/2023

    #Sahara #Occidental #RASD #Marruecos #Perú

  • Perú : Cuando los lacayos de Marruecos pagan los favores recibidos

    Etiquetas : Perú, Sahara Occidental, RASD, saharaui, Marruecos, corrupción,

    Hace unos años, un misterioso hacker dispersó en la red miles de documents confidenciales de algunas instituciones marroquíes : ministerio de asuntos exteriores, servicios secretos y diversas personalidades. El objetivo de esta operación era poner al descubierto la diplomacia de Marruecos y cómo se confunde con la corrupción, el engaño y el chantaje.

    Una de sus principales tácticas es invitar a ministros, periodistas y otras celebridades del mundo de la política y la prensa internacionales. Por supuesto, la factura del desplazamiento corre a cargo de la DGED (Dirección General de Estudios y Documentación) el servicio de inteligencia exterior del reino alauita. Murad El Ghoul, el director del gabinete de Yassin Mansuri, jefe del servicio citado, se encarga personalmente de hacer la reserva directamente desde su oficina.

    LEA TAMBIEN : La ONU, el Sáhara Occidental, Marruecos y el Perú…

    Una vez en Marruecos, la persona objetivo es instalada en uno de los hoteles más lujosos de Rabat o de Marrakech, la capital del turismo marroquí. Ahí, es adulado hasta el punto de convertir su estancia en un relato semejante a los cuentos de Las Mil y Una Noches. Incluso adolescentes de todas edades y géneros son puestos a su disposición para satisfacer sus instintos más bestiales. Sobra decir que todos los movimientos del invitado son filmados. Bien sabido es que ni siquiera el presidente francés escapó al espionaje de Marruecos con el programa Pegasus.

    Cuando se dispone a partir, las autoridades marroquíes lo despiden con toda clase regalos : dinero y objetos de valor. Al mismo tiempo se le hace saber que esto no es más que lo que Marruecos espera que sea el principio de una larga cooperación a cambio de la entrega del individuo en cuestión en la defensa de los intereses de Rabat, a su cabeza la llamada « integridad territorial del Reino ».

    A este programa no escaparon algunos líderes políticos perúanos que para justificar su corrupto giro recurren a todo tipo de acrobacias argumentarias. A título de ejemplo, alaban el papel imaginario que Marruecos podría jugar como enlace entre Perú y Africa. En este documento confidencial de la diplomacia marroquí sobre la visita del Ministro marroquí de asuntos exteriores en aquel entonces, Salaheddine Mezouar, en el que los oficiales de Rabat hablan del « papel que Marruecos puede desempeñar para promover un mejor posicionamiento del Perú en África, particularmente en África central y occidental, en relación con los vínculos privilegiados que el Reino mantiene con los países de la región, su posición geoestratégica como puente natural y centro regional entre América Latina, el continente africano, el mundo árabe y Europa, y la experiencia marroquí en el apoyo a los países africanos para asegurar su desarrollo en diversos sectores estratégicos, como las telecomunicaciones, los seguros, la banca y la agricultura, entre otros ». Los conocedores del asunto bien saben que Marruecos se encuentra aislado en Africa a causa de su política expansionista que amenaza un principio sagrado para los países africanos : la intangibilidad de las fronteras heredadas del colonialismo. Un principio que garantiza la paz y la estabilidad en un continente cuyas etnias no conocen fronteras.

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    En el mismo documento, Marruecos afirma « la voluntad de lograr la firma de los dos proyectos de acuerdo presentados a Marruecos en materia de recursos hídricos y de prevención de catástrofes naturales ». Es para matarse de risa ya que el terremoto que sacudió al país este viernes reveló hasta qué punto Marruecos es un país frágil a causa de la falta de recursos, medios e infrastructuras a las que se añade la crisis económica y social a raíz de la pandemia y la inflación resultante del conflicto entre Ucrania y Rusia.

    El documento revela también cómo la mitomanía de los responsables marroquíes no tiene límites. Declararon a sus interlocutores perúanos que Marruecos y Perú comparten « afinidades culturales y lingüisticas ». « La Conferencia impartida por el Ministro en la Academia Diplomática del Perú, reza el documento, fue una oportunidad para demostrar las fuertes afinidades culturales y lingüísticas que comparten nuestros dos países, siendo Marruecos el único Estado de habla hispana en el mundo árabe. El Ministro dirigió una invitación verbal al Director de la Academia Diplomática del Perú así como a los estudiantes presentes para realizar una visita a Marruecos ». Basta con decir que las correspondencias entre las embajadas y consulados marroquíes con su central en Rabat se hacen en francés y no en árabe. El español ni siquiera forma parte de los tres idiomas oficiales del país. Sin embargo, en el Sáhara Occidental, el español sí que se habla y se enseña desde la escuela primaria.

    #Marruecos #Perú #Corrupción #RASD #Sahara #Occidental #Saharaui


  • La Ertzaintza dona diecinueve vehículos a la policía saharaui

    Etiquetas : Sahara Occidental, policía saharaui, Ertzaintza, País Vasco, Gobierno Vasco,

    Ocho furgonetas, ocho turismos, un todo-terreno y dos camiones han sido entregados a la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD para su traslado a Tinduf

    Una nueva partida de vehículos usados de la Ertzaintza han sido donados a la policía saharaui. Los vehículos han sido recogidos esta mañana en la base de Erandio por voluntarios de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD, que se encargarán de su traslado al territorio norteafricano. Esta nueva entrega de material se suma a otras realizadas a lo largo de los últimos años y forma parte de la política de colaboración que el Departamento de Interior y el Gobierno Vasco en su conjunto mantienen con los refugiados saharauis.

    En la entrega de esta nueva partida de vehículos, que ha tenido lugar esta mañana en la base central de la Ertzaintza de Erandio, ha estado presente la Directora de Gestión Económica e Infraestructuras del Departamento de Interior, María Luisa Justel. La donación de los vehículos fue aprobada en consejo de gobierno por el Ejecutivo vasco el pasado mes de septiembre y forma parte de la política de colaboración iniciada en 2005 entre el Gobierno Vasco y el Gobierno de la República Arabe Saharaui Democrática. La colaboración incluye, además de la cesión de vehículos y otros materiales, la formación de mandos policiales saharauis por parte de la Ertzaintza.

    La nueva partida está compuesta por un total de diecinueve vehículos usados de la Ertzaintza que aún pueden ser de utilidad para la policía de la RASD y que serán destinados exclusivamente a labores policiales. Se trata de ocho furgonetas, ocho turismos, un todo-terreno y dos camiones, uno de ellos grúa. Son todos ellos vehículos que han estado en uso en la Ertzaintza y que han pasado ya a situación de retiro al haber sido sustituidos por otras unidades más modernas. Antes de su envío han sido revisados y puestos en condiciones operativas por el personal técnico del parque móvil de la Ertzaintza.

    Al igual que en ocasiones anteriores, serán voluntarios de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD los responsables del traslado de los vehículos hasta Alicante, desde donde embarcarán hacia Argelia para concluir luego su viaje por tierra en los campamentos de Tinduf.

    Fuente

    #Sahara #Occidental #Pais #Vasco #Ertzaintza